Child’s Play

Karen y Andy no se imaginan lo que les espera con Chucky. (Eric Milner)

Chucky, uno de los más populares íconos del cine del terror de la década de los 80 regresó a las salas de cine con el estreno de “Child’s Play”, filme dirigido por Lars Klevberg y protagonizado por Gabriel Bateman, Aubrey Plaza, Brian Tyree Henry, Tim Matheson y con Mark Hamill interpretando la voz del malvado muñeco. Aquí vemos la historia de Karen Barclay (Aubrey Plaza), una madre que le regala a Andy (Gabriel Bateman) su hijo de 13 años, un muñeco de juguete para su cumpleaños, lo que ella no se imagina es que ese simple juguete en realidad es ser siniestro que empieza a matar a las personas que desobedecen o pueden hacer daño a Andy.

Esta película es un remake de la primera película de Chucky, así que no hay que ver esa producción original ni sus muchas secuelas para poder disfrutar de esta versión. Esta es la ópera prima del director Lars Klevberg, quien junto a al guion de Tyler Burton Smith, adapta el concepto de Chucky para una nueva generación. Esto lo logra alterando el origen del diminuto asesino para enmarcarlo en un contexto con el que espectador moderno se pueda identificar (es decir, más tecnología y menos brujería). Hay que mencionar que con cada dos pasos que esta producción da hacia delante también da uno hacia atrás. Por ejemplo, aunque hacen un buen trabajo alterando el origen y las habilidades de Chucky, el rediseño del muñeco en sí es horrendo. En serio, hasta antes de volverse malvado, ese muñeco es horripilante y no es creíble que cualquier niño o adulto lo quiera comprar en vez de salir corriendo al verlo. Asimismo, mientras se nota un intento para darle más vida y personalidad a cada uno de los personajes, no siempre funciona y en algunos casos lo que tenemos son colecciones andantes de clichés de películas de terror. En cuanto a la trama en general, es entretenida pero a la vez algo predecible. Visualmente, este filme no está mal, hay un trabajo de fotografía y de edición aceptable, pero tampoco sobresale. La mayoría de las veces hay un buen manejo de la transición entre momentos de humor, acción y suspenso, pero en varias ocasiones no funciona. Por otro lado, las actuaciones no están del todo mal, Mark Hamill es una buena opción para reemplazar a Brad Dourif como la voz de Chucky y saber manejar los cambios de tonos (ternura, horror, comedia, etc.) de una escena a otra. Gabriel Bateman, el chico que interpreta a Andy, mantiene el interés del espectador como el protagonista del filme pero la química entre él y Aubrey Plaza, que interpreta a su madre no es tan creíble y parece más una relación de hermanos que de madre e hijo. En general “Child’s Play” no es una gran película pero es una adaptación muy entretenida de un clásico del cine de terror.

Escritor y periodista con más de 10 años de experiencia en las áreas del periodismo y escritura creativa.