Fast & Furious: Hobbs & Shaw

El equipo de Rápidos y Furiosos han regresado a las salas de cine con “Fast & Furious: Hobbs & Shaw”, película dirigida por David Leitch y protagonizada por Dwayne Johnson, Jason Statham, Idris Elba y Vanessa Kirby.

En este filme vemos cómo el agente federal Luke Hobbs (Dwayne Johnson) y el peligroso mercenario Deckard Shaw (Jason Statham) forman una alianza improbable ante el terrorista cibernético Brixton Lore (Idris Elba) que amenaza el futuro de la humanidad y la vida de Hattie Shaw (Vanessa Kirby), la hermana de Deckard. Este filme es un spin-off The Fast and The Furious y los personajes Lucas Hobbs y Deckard Shaw no solo han sido presentados en otras entregas de la franquicia sino que normalmente son adversarios. De todas formas, la historia de esta película ocurre dos años después de los eventos que ocurrieron en “The Fate of the Furious” (2017), la octava entrega de esta saga.

Es interesante como la marca de Rápidos y Furiosos inició con una película sobre criminales y carreras callejeras pero con cada secuela fue evolucionando hasta convertirse en una saga sobre espías internacionales y aventuras para salvar el mundo. En el caso de “Fast & Furious: Hobbs & Shaw” tenemos un filme que no solo sigue las pautas de las demás entregas de esta franquicia, es decir, está repleto de vehículos veloces, saltos por los aires, patadas voladoras e increíbles secuencias de acción, pero aunque sea difícil de creer aquí se nota un mayor intento para dejar a un lado cualquier limitación de una realidad creíble.

¿Qué significa esto para el espectador? Ahora puede disfrutar de secuencias de acción tan increíbles que a veces se pueden categorizar como absurdas y los personajes ahora pueden contar con tecnología tan avanzada que parece que se la robaron de otra película que pertenece al género de la ciencia ficción. A pesar de ser la película más fantástica de la franquicia (los personajes solo necesitaban capas para ya ser superhéroes oficialmente), todo este aparataje funciona dentro del contexto de la “historia” que querían contar. No importa que tan imposible parece lo que se ve en la pantalla, ni qué tan básica y simple es la trama. Es una película tan llena de energía y de acción que no deja de entretener al público y en muchas ocasiones hasta puede causar muchas risas.

Un factor importante que ayuda a que esta sea una película soportable es la química entre sus protagonistas Dwayne Johnson y Jason Statham, porque no importa si están peleando con los villanos o discutiendo entre ellos, cada vez que salen en escena se roban el show. El resto del elenco también hace un trabajo aceptable y hasta cuentan con algunas apariciones sorpresas que son excelentes (pero que no arruinaré aquí). A fin de cuentas “Fast & Furious: Hobbs & Shaw” es una película tonta y vacía pero cuenta con tanta acción y buen humor que vale la pena verla, aunque sea para pasar el rato y disfrutar de los impresionantes vehículos veloces (y carencia de sentido común) que nunca pueden faltar en esta franquicia.

Escritor y periodista con más de 10 años de experiencia en las áreas del periodismo y escritura creativa.