La ansiedad y su efecto en la producción laboral

Entre los propósitos de un nuevo año abundan los de índole laboral - ¡Cambiar de trabajo! Es uno de los principales, más cuando el que se tiene genera una ansiedad que llega a afectar la vida personal, tanto en lo emocional como en lo físico, a causa de las posibles alteraciones del sueño.

No es lo mismo que el estrés laboral, aclara la Psicóloga Verónica Coste (@veroocost), mientras explica que el estrés es una respuesta a los cambios en el presente y que la ansiedad se asocia más con una preocupación por el futuro, por los posibles resultados o acontecimientos. 

Para ella las causas de la ansiedad suelen ser muy variadas, siendo las más comunes: asumir responsabilidades excesivas, tener una autoexigencia elevada, la necesidad de tener el control y el perfeccionismo. “Estas características en sí mismas no son malas, sin embargo, en muchas personas cuando la exigencia, el control, el perfeccionismo y las responsabilidades, tienen un protagonismo excesivo en su vida, puede generar mucha tensión y altos niveles de ansiedad”.

Hay que tener presente que un colaborador bajo sus efectos puede disminuir el rendimiento y que está ante el riesgo de sufrir el deterioro de su salud mental. “Llega a sentirse frustrado, incluso convertirse en un Trastorno Psicológico, y aumentar el riesgo de sufrir depresión, una de las características de las personas con ansiedad es que tienen una preocupación excesiva por el futuro, suelen tener expectativas demasiadas altas o irreales que no siempre se pueden cumplir, por ende, generar un sentimiento de frustración y tristeza a largo plazo”, advierte la profesional.

Los principales síntomas son; preocupación excesiva por el trabajo, pensar demasiado en planes y soluciones en los peores resultados posibles, indecisión y miedo a tomar decisiones equivocadas, dificultad para relajarse, dificultad para concentrarse y tener la sensación de que “la mente se le pone en blanco”. También la ansiedad puede empeorar o relacionarse con síntomas físicos como, dolor de cabeza, problemas intestinales (diarrea o vómitos), tensión muscular, fatiga, trastornos del sueño e insomnio, temblores, sudoraciones excesivas, entre otros.