Cocina macrobiótica: equilibrio de yin y yang

La dieta macrobiótica es sencilla y se basa en los principios del equilibrio y la armonía; tiene en cuenta clima, geografía y al individuo

El arroz integral es el alimento perfecto, según la dieta macrobiótica, con las proporciones yin y yang, pues contiene carbohidratos, vitaminas, grasas y azúcares.

SANTO DOMINGO. No hay artista de Hollywood que no lleve dieta y que dicho sea de paso, no nos enteremos.  Por la puerta del chisme entramos al mundo  "Light" y "low" y muchos se quedaron.  Uno de estos regímenes famosos tiene su origen en Japón y está basado en reglas de armonía y equilibrio.   

Generalidades de la dieta macrobiótica:

La dieta macrobiótica es sencilla y se basa en los principios del equilibrio y la armonía,  adaptándose a la situación geográfica y a la climatología, así como a la actividad y a las características de cada individuo.  No se basa en reglas fijas ni hay que contar calorías, aunque sí es muy importante conocer el valor nutritivo de los alimentos.

Cada alimento integral es una combinación única de nutrientes y cada uno provee una función específica.  Los alimentos integrales son las frutas, las verduras frescas, las legumbres y los cereales completos con toda su cáscara.  Otra de sus características es la sencillez de su preparación, si es que lleva alguna, cuidando de que el alimento no pierda ninguna de sus propiedades intrínsecas.

Un asunto de equilibrio:

Aunque en la dieta macrobiótica se incluyen pocos alimentos de origen animal, no debe confundirse con un régimen vegetariano.  Detrás de esta forma de alimentarse hay una filosofía vital que clasifica en dos categorías los alimentos que sirven para la nutrición humana:  El yin y el yang, las dos fuerzas opuestas que mantienen el equilibrio en la filosofía oriental, también se aplican en su dieta.

Yin equivale a acidez, a potasio (fruta, azúcar, etc.); yang simboliza alcalinidad, el sodio (sal, cereales, etc.).  Las proporciones perfectas corresponden al arroz integral y a modo general, todos los alimentos que tienen una relación de potasio superior a cinco son yin y los que tienen una proporción inferior, son yang.  El truco está en combinar acertadamente los alimentos para buscar el equilibrio.

La cocina macrobiótica no es complicada, pero su preparación requiere algunos cuidados: los utensilios para hervir los cereales deben ser de acero inoxidable y para el horno son preferibles las fuentes de barro o de acero.  El aluminio no está permitido porque altera las propiedades de los alimentos.

Críticas a la dieta

Aunque nadie niega que tenga sus ventajas, sí se critican las versiones extremas o muy restrictivas.  De acuerdo a la American Medical Asociation y otras asociaciones afines, el seguimiento estricto y muy prolongado de este régimen puede causar escorbuto, anemia, deficiencias de proteínas, de calcio y otras formas de malnutrición.  En todos los casos, antes de hacer grandes cambios en su alimentación, consulte a su médico.

La búsqueda del equilibrio ha sido fuente de debate en todos las épocas y los alimentos, por supuesto, no podían quedarse atrás.  La cocina macrobiótica tiene adeptos y detractores... ¿Qué opina usted?

Ingredientes principales

Cereales: ocupan el primer lugar dentro de la alimentación macrobiótica; representan el alimento natural y básico de sus comidas.  El arroz integral es el único alimento perfecto con las proporciones yin y yang y contiene carbohidratos, vitaminas, grasas y azúcares.  Otros cereales permitidos son el trigo, el trigo sarraceno, el maíz, la avena, la cebada y el mijo.  Cada uno de ellos con propiedades medicinales específicas.

Las legumbres: son la fuente principal de proteínas, pero al carecer de aminoácidos esenciales conviene acompañarlas con cereales.  Es necesario que estén muy bien cocidas y sobre todo, masticarlas muy bien.  La soya, con su 38% de contenido proteico, es la legumbre más rica en proteínas.  Ampliamente utilizados en este régimen encontramos las lentejas, los garbanzos y las algas.

Los condimentos:  Aquí aparecen la salsa de soya, pero también el tamarí (concentrado a base de soya, trigo biológico y sal marina, es la más usada); el miso, el gomasio (a base de semillas de sésamo y sal marina); sal marina y tahin.

Otros ingredientes: Algunos les resultarán desconocidos: tekka, mebosis (ciruelas japonesas fermentadas); queso (se prefieren fermentados y los de cabra); huevos (limitados); pescados (siempre que no sean de criadero, se prefiere el salmón, la anchoa, la sardina y el lenguado); frutas (la más admitida es la manzana. Solo en estación se permiten las fresas, las cerezas, las uvas y las peras.  Deben evitarse las naranjas, los pomelos, las almendras y las avellanas).

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