Viajes y aumento de peso, ¿alguna relación?

Al viajar, el aumento de peso debiera darse secundario a los excesos

Los viajes no debieran ser una excusa para comer demasiado. (Fuente Externa)

Parece lógico pensar que al viajar, el aumento de peso debe darse secundario a los excesos, tanto en alimentos como en bebidas, por lo que haremos una revisión sobre la relación existente y sus principales posibles causas.

Según estudios (Lachat, 2012), comer fuera de casa se asocia a una menor ingesta de micronutrientes, principalmente vitamina C, calcio y hierro, además de un mayor consumo de alimentos altos en grasas y azúcares (por tanto, altos en calorías).

Otro estudio (Cohen, 2014), sugirió que las porciones que sirven en los restaurantes son elevadas considerando la ración que se ha estipulado por persona, y que debería someterse un sistema de porciones de acuerdo a cada comensal.

En una población china (Du WW, 2013), se evaluó la situación de comer fuera de casa y la pobre educación alimentaria existente al inclinarnos a alimentos sin beneficios nutricionales (tales como comida rápida) y por ello se estimula a reproducir guías de apoyo para una mejor selección.

Sobre los viajes, (Reilly, 2007) un estudio sobre los atletas y la dificultad para satisfacer un buen apoyo nutricional, menciona dentro de los principales problemas:

- Las horas de vuelo impiden satisfacer una rutina previa

- Cambio en la digestión por el “jet lag”

- Higiene de alimentos disponibles, posibles trastornos gastrointestinales

De forma resumida podríamos decir que existen muchas razones vinculadas al aumento de peso y está clara su relación con las comidas fuera del ambiente habitual. 

Algunas recomendaciones para mantener el balance podrían ser:

- Mantener la rutina de al menos de dos o tres comidas al día. Evite periodos prolongados de ayuno para controlar el apetito.

- Moderación en las porciones. Tomando en cuenta que es habitual probar nuevos sabores como parte del viaje, considere ser prudente en las cantidades.

- Mantenga una buena hidratación. Tome agua de una forma regular para mantener sus requerimientos.

- Sea activo. Incluya la actividad física de forma compensatoria y equilibrada.

Estas recomendaciones también aplican para aquellas personas que tienden a comer fuera de casa la mayor parte del tiempo por razones como trabajo, rutina o preferencia.

Dra. Erika Pérez-Lara Doctora en Medicina. Especialidad en Nutriología Clínica en INTEC. Master en Nutrición y Alimentación en Universidad de Barcelona (UB).