Cuando el tiempo deja de apurarnos

La vejez como una etapa de sabiduría y nuevos proyectos

Que en 2026 la vejez deje de verse como un castigo y se celebre como el privilegio de haber vivido más. (Shutterstock)

Más sabe el diablo por viejo que por diablo”. Es una expresión para significar que con el paso del tiempo nos volvemos más sabios.

La realidad que vivimos es que el hombre o mujer, de 70 o más años puede iniciar un nuevo año con esperanza y proyectos porque el mundo ha cambiado y nuestra edad cronológica también unida a nuestra edad biológica puede ser mucho menor. 

Y, porque además sabemos que, para el año 2050, que está al doblar de la esquina, más del 50 % de la población mundial tendrá 60 años o más con 3,200 millones de personas en este grupo de edad.

Al dejar atrás la juventud pueden aparecer dolencias y limitaciones que hoy son fácilmente tratables para vivir una vejez mucho más útil y productiva.

Envejecientes dirigirán el mundo

Con las vacunas que evitan tantas enfermedades, la terapia génica para el tratamiento de enfermedades que pasarán de catastróficas a evitables, con una nutrición y alimentación científicamente aplicadas y con matrimonios con uno o ningún niño, las proyecciones son que en pocos años una población de mayor edad va a dirigir el mundo.

Con los años, podemos escribir las cosas que en la juventud no tuvimos tiempo de escribir, dejamos de decir muchas de las cosas que decíamos y aprendemos a decir lo que callábamos, a disfrutamos el concierto que no supimos valorar, podemos ver el amanecer y el atardecer que la velocidad de la vida nos impidió ver.

Valoramos a las personas, las plantas, los animales, la vida que nos rodea y aprendemos a amar y defender el planeta que habitamos.

La juventud, esa etapa de nuestra existencia con tantos proyectos que no llegamos a realizar, con el tiempo se transforma en una vida más plena en la que aprendemos a juzgar con objetividad y justicia y la certeza de saber que el tiempo se encarga de dar a cada quien lo que se merece.

Para concluir, el mensaje que quiero dejar al empezar el año 2026 es que nos reconciliemos con el tiempo. Que dejemos de vivir la cultura de solo celebrar lo nuevo y denigrar lo viejo, como si vivir más más tiempo fuera un castigo y no un privilegio.

Pediatra neonatólogo. Director de la Escuela de Medicina de la PUCMM-CSD. Pediatra emérito y pasado presidente de la Sociedad Dominicana de Pediatría.