Arte, libros, café... aquí todo es de autor
Una vieja casa recuperada, una colección privada y un arriesgado montaje
SANTO DOMINGO. Las colecciones privadas de pintura dominicana guardan con celo algunas de las obras maestras del siglo XX. Ahora, en Mamey, una de las casas más hermosas de la Zona Colonial se puede disfrutar de “Salón de Otoño”, una colectiva de los grandes maestros. Hablamos de la casa-biblioteca de Emilio Rodríguez Demorizi, restaurada por su nieto Alejandro Ruiz y un equipo dirigido por la arquitecta y gestora cultural Mónica De Moya y el editor de libros David Puig. Una idea original, ambiciosa, bien resuelta que aporta a la Zona Colonial un proyecto innovador frente al conjunto arquitectónico de la Iglesia de las Mercedes y la casa donde vivió Tirso de Molina.
Es un espacio que hay que conocer. Acoge una librería de volúmenes de literatura de vanguardia, artística y de editoras independientes. Organiza encuentros y charlas y ha puesto en marcha un Club de Libros. La Cafetería rompe también los moldes habituales. Tomarse un café ya no es solo una excusa para verse. Es una lección de degustación y una lección de métodos de extracción y selección de granos del mejor café dominicano.
¿A quién se le ocurre todo esto? A un filósofo-emprendedor, que es una mezcla bien original. Para Alejandro Ruiz, heredar la casa del abuelo podía haber sido un problema... que se ha convertido en un espacio magnífico para la Zona y para un público que existe. Aunque no lo confiese, probablemente se ha inventado el lugar al que él querría ir y no encontraba.
Para el Arte se han dispuesto dos ambientes. Hoy, si baja a la Zona, puede asomarse al trabajo contemporáneo de Patricia Castillo, Patutus, con la individual titulada “Nylon y Madera” en la Sala Mamey. En la sala Emilio Rodríguez Demorizi se expone “ Salón de Otoño”. Gausachs, Hausdorf, Darío Suro, Virgilio Méndez, George Hausdorf, Gilberto Hernández Ortega, Ramírez Conde (Condesito), Paul Giudicelli... Destaca lo notablemente bien enmarcadas que están las obras. Son artistas muy valorados por los coleccionistas y piezas que raramente se encuentran en el mercado. Aviso a los buscadores de cuadros: se están vendiendo muy bien.
La curaduría es de Eddy Guzmán, que está al frente del proyecto de arte de Mamey y que combinará en las dos salas toda su experiencia (nadie olvida Makana), su visión y una curiosidad siempre atenta al trabajo de los jóvenes artistas. l
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