Así defendió intelectual español trayectoria democrática de Juan Bosch

Durante la Feria del Libro de Madrid 2019, Juan Luis Cebrián dice que se argumentó “sin fundamento alguno su militancia comunista”

El influyente intelectual y periodista español Juan Luis Cebrián. (Leandro Ventura. )

El influyente intelectual y periodista español Juan Luis Cebrián destacó que el expresidente Juan Bosch fue “ un demócrata de los pies a la cabeza” y “cualquier cosa menos un demagogo”.

En su conferencia titulada “Mis recuerdos de Juan Bosch”, en el pabellón dominicano de la Feria del Libro de Madrid 2019, el exdirector del periódico El País evocó que conoció al fenecido expresidente con motivo de una conferencia que impartió en 1967 en Pueblo, diario madrileño.

Dijo que entonces Bosch estaba acompañado de Enrique Ruiz García, su asesor político, que más tarde lo sería también de José María de Areilza, en España, y del presidenteLuis Echeverría, en México

Manifestó que la presencia de Ruiz García junto al expresidente dominicano no resultaba accidental, ya que ambos habían conocido el exilio y la persecución política y eran también escritores de vigorosa pluma, intelectuales de vanguardia y estaban deseosos de protagonizar las transformaciones sociales que demandaban.

Contó que Bosch fue derrocado de la Presidencia dominicana por un golpe militar que constituyó el prólogo a la invasión de la isla por tropas norteamericanas.

“Los conmilitones que le detuvieron para expulsarle a Puerto Rico solo siete meses después de que hubiera asumido la presidencia argumentaron sin fundamento alguna su militancia comunista”, enfatizó.

Búsqueda de vías democráticas

Cebrián dijo que pese a que más tarde se vio envuelto en repetidas conspiraciones con el ánimo de derrocar a Trujillo, desde joven, Bosch parecía convencido de que las revoluciones devoran siempre a sus hijos y buscó de continuo vías democráticas para la transformación de la sociedad.

“Algunos apuntan su deriva intelectual hacia el marxismo, desencantado como estaba de experimentos aparentemente democratizadores que no acababan de solucionar los problemas de su muy querida América. No son pocos también los que han querido utilizarle para justificar las políticas populistas. Pero fue cualquier cosa menos un demagogo”, añadió.

Afirmó que Bosch sí apoyó el proceso cubano, presidió el Tribunal Russell y participó en cuantos congresos antiimperialistas se celebraron en los años setenta porque su análisis intelectual le llevó a la convicción de que los males latinoamericanos se fundamentaban en la esquizofrénica relación que Estados Unidos mantenía y mantiene con lo que todavía considera el patio trasero del imperio.

Dijo que la guerra de Vietnam acrecentó en él su rechazo a las políticas de la Casa Blanca y es probable que se haya deslizado hacia el marxismo teórico en algunas de sus reflexiones.

Añadió: “También amigos y conocidos suyos, como Haya de la Torre, fundador del APRA peruano, o Tierno Galván, que fue alcalde de Madrid con el PSOE, se confesaban marxistas. Y puntualizó: “Pero otros, José María Figueres en Costa Rica o Rómulo Betancourt en Venezuela, encajarían mal en esa definición”.

“En cualquier caso, nada hay en los escritos de Juan Bosch, ni mucho menos en su acción como agitador y conductor de masas, que permita identificarle sino como un demócrata de los pies a la cabeza”, enfatizó Cebrián.