Carmen Rodríguez: cuando el arte naif se viste de mujer

Para la artista, este estilo es magia, es despertar ese niño que todos tenemos dentro, es la forma tierna de presentar su arte con mucha libertad

Mundo Mágico (Eddy Vittini)
POR: Rossanna Figueroa

Magia, así define Carmen Rodríguez lo que siente en su interior cada vez que toma un pincel para plasmar sobre el lienzo las espontaneidades que dictan su conciencia y su ser.

Y es que Carmen es de las pocas exponentes femeninas que hasta ahora ha repuntado en el mercado de ese género de la plástica dominicana. Tiene su taller en la ciudad de Santiago de los Caballeros, en donde abrió las puertas a Diario Libre para, con su forma amena y gentil, hablar de lo que ha significado en su vida haberse decidido por ese género de la pintura.

Desde niña se había definido por la pintura en sus géneros tradicionales. Sus creaciones eran casi siempre regaladas a amigos y parientes. Ya de adulta, comprendió el llamado de su yo interior, para desinhibirse y romper los esquemas y convertirse en la única mujer exponente del arte naif en el país.

Pero, esa no fue la razón para dar ese paso, pues no estaba planificado. Es que Carmen se autodefine ingenua y justamente esa es la mejor definición para un artista naif.

“Para mí el arte naif es la forma tierna de un artista presentar su arte con mucha libertad, porque el arte naif es libre. Desde niña yo pintaba en otros géneros. De adulta lo abandoné y abracé el género naif”, dice con mucha emoción Rodríguez.

Carmen, quien ha expuesto de manera individual en colectivas y ha participado en bienales, a nivel nacional e internacional, compartió durante 40 años el trabajo docente en la Pontificia Universidad Católica Madre y Maestra (PUCMM), ya que es maestra de profesión.

“Abandoné la pintura tradicional y me inicié en la ingenua, tan linda, tan espontánea. Mucha gente me dice que el arte naif me va y creo que sí. Para mí, el arte naif es magia, es despertar ese niño que todos tenemos dentro y cuando se trabaja ese arte nadie te ordena nada, no tienes academicismos que te obliguen a tener perspectivas, sombras, unos lineamientos que te encadenan”, proclama.

La libertad de ser

Para Carmen Rodríguez, la libertad del ser en sus obras es fundamental. “Yo comienzo a hacer un trabajo y lo que más disfruto es ir agregándole cosas, ir inventando cosas en el camino, me siento en libertad”, dice.

“El arte naif ha impactado mucho en mi yo interior, me siento muy satisfecha porque a mucha gente le gusta mi trabajo, como fue el caso de Danilo de los Santos, y a mucha gente que sabe de arte y le gusta mi trabajo. Pero, no solamente eso, es que el arte naif despierta el niño interior que llevo dentro. A mí me sienta bien hacer ese trabajo”, sostiene.

Y, sobre el color, dice: “Lo que hace el arte naif es el colorido. Algunos usan mucho los bordes oscuros y bien definidos, pero me gusta el colorido que le da forma, tomar en cuenta que la perspectiva no tiene que hacer que cambies lo que estás haciendo”.

En torno al estigma de que el artista naif es empírico, lo que lleva a artistas de otros géneros con tendencia naif a no querer ser calificados como tales, defiende a capa y espada el género que le llena la vida.

Y replica: “Hay artistas de otros géneros que entienden que el naif no es un artista acabado y fíjate que otros que sí han ido a la academia de artes se han definido por este género. “Lo mío no, yo soy naif y lo disfruto”, señala.

Recuerda que fue en 1988 cuando acogió el arte naif como género que la identificara como artista plástica, y desde entonces he participado en muchas exposiciones, tanto individuales como colectivas.

“He sido seleccionada cuatro veces en E. León Jimenes, así como en el Museo de Arte Moderno. El arte naif es algo que mucha gente lo tiene a menos, porque lo considera que no es un arte academicista”.

Series que la identifican

Esta artista naif gusta de hacer trabajos de serie, y dentro de ellos se destacan “Campo que te quiero campo”, nombre que fue asignado por el desaparecido crítico de arte Danilo de los Santos, “Memorias del Campo”, “Árboles Mágicos” y “Bodegones Mágicos”. Últimamente está concentrada en la producción de “Caribeñas”.

Sobre las series que trabaja dice: “Pienso que todas esas obras resumen lo mismo, es una forma diferente dentro de la misma temática. Surge una idea y se van desarrollando temas bajo el mismo concepto. En mi caso, me plasmo la idea de trabajar series, aportando elementos diferentes en cada obra, pero con una temática que les une”.

Artistas que la han impactado

Para Carmen Rodríguez, su carrera como artista plástica en el género naif ha sido impactada de manera positiva por artistas que han transcendido la frontera nacional, así como otros a nivel internacional.

En lo nacional, hace reconocimiento a los ya fallecidos Justo Susana (pues lo veía tan ingenuo e inocentón, y fue quien abrió el camino) y a Danilo de los Santos, quien, además fue un reconocido crítico de arte. Asimismo, menciona a Clara Ledesma, Mirna Ledesma y a José Morillo. Sobre éste último, afirma: “José Morillo para mí es lo máximo, el más reconocido y que trabaja temas muy atractivos y con mucho valor, porque te pinta parte de la vida, de la sociedad y esa es también otra manera de expresión de un artista que es académico. Sin embargo, escogió el camino de ser un artista naif”.

En el plano internacional, resalta como su favorito a Vincent Van Gogh, pintor neerlandés y uno de los principales exponentes del postimpresionismo. ?

Profesional del periodismo egresada de la UASD. Cuenta, además, con un Postgrado en Relaciones Públicas, de la UCSD; y una maestría en Mercadeo, de la PUCMM.