García Arévalo: ha surgido un arte neotaíno de corte vanguardista en la plástica

El historiador dictó la conferencia “El arte taíno de la República Dominicana”, en la recién pasada Feria del Libro de Madrid 2019

El historiador Manuel García Arévalo. (Foto: Leandro Ventura/fuente externa)

El historiador Manuel García Arévalo expresó que muchos de los más connotados artistas plásticos contemporáneos dominicanos han vuelto su mirada a la estética primitiva, apoyándose en esa inagotable fuente de atracción que constituye del acervo arqueológico aborigen.

Al pronunciar la conferencia “El arte taíno de la República Dominicana”, en la Feria del Libro de Madrid 2019, dijo, en el mismo, orden que ha surgido un movimiento tainista o neotaíno de corte vanguardista, que incorpora soluciones técnicas y formales extraordinariamente innovadoras en su quehacer artístico a partir de una visión retrospectiva que capta y revalora en su proceso creativo lo esencialmente mágico y totémico del arte aborigen.

“De tal manera, a pesar del tiempo transcurrido desde la desintegración de la sociedad taína tras el impacto de la conquista, su presencia, tanto somática como espiritual, aún está latente entre nosotros, mediante el enriquecedor proceso de mestizaje que caracteriza el perfil étnico y cultural de los dominicanos, constituyendo un significativo referente que permea la identidad nacional”, indicó el investigador.

Dijo que los taínos mostraron una gran especialización tanto en la obtención de alimentos, como en la capacidad de seleccionar materias primas y en la confección de artesanías.

“En cuanto a los objetos de culto y las piezas componentes del menaje de los caciques fueron obras de artesanos experimentados, especialmente de los chamanes, conocidos en lengua taína como behiques o buhitios personajes de marcada importancia para las tribus por tener también a su cargo la curación de los enfermos mediante prácticas mágico-medicinales”, argumentó.

Agregó que las demás muestras artesanales taínas eran fabricadas por los mismos indios agricultores, que en tales menesteres empleaban sus ratos de ocio, obteniendo así utensilios de trabajo y del ajuar casero y personal.

La expresividad taína

En cuanto al arte, dijo que fue un elemento de relevante significación para la sociedad taína y obedeció a los imperativos de sus creencias mágico-religiosas, con cuyas ideas animistas se hallaba indisolublemente relacionado.

“Sus realizaciones plásticas poseen una sorprendente fuerza expresiva y demuestran un gran dominio del simbolismo, la simetría y la abstracción figurativa, sintetizando así, la concepción de su mundo espiritual y mítico”, añadió.

Afirmó que entre las elaboraciones más destacadas del arte taíno se encuentran los objetos destinados al culto de sus dioses o cemíes, y mencionó el caso de los esculturales ídolos de la cohoba, tallados en madera o piedra, junto a otros artefactos empleados en este ritual mágico-religioso.

“Los cemíes de la cohoba, generalmente tienen una postura acuclillada lo que parece ser una posición ceremonial. En sus rasgos faciales fijaban aplicaciones de oro o de concha para acentuar la expresión de la figura. Las orejas presentan las perforaciones típicas en el lóbulo inferior, para aplicar los pasadores ornamentales, simulando a los que usaban los indios para realzar su apariencia personal...”, expuso García Arévalo.

Explicó que los íconos de madera era tallados de árboles seleccionados siguiendo prescripciones mitológicas, para dar cumplimiento a los requisitos demandados por fuerzas espirituales, lo cual implicaba una estrecha compenetración o identidad mística entre la deidad y el material en que la misma se plasmaba.

Indicó que dentro del mobiliario taíno resaltan los duhos o banquillos ceremoniales confeccionados en madera dura, tales como el guayacán y la caoba, y agregó que junto a los imponentes cemíes de la cohoba, los duhos están considerados como creaciones verdaderamente excepcionales del arte primitivo universal.

“El taíno alcanzó su mejor modo de manifestación artística en el trabajo de la madera, en cuya conformación conceptual consiguió variedad y riqueza. La terminación de las piezas elaboradas en este material, tanto las rituales como las domésticas, poseen, una notable perfección y suavidad. A cuya calidad se refiere con admiración el cronista Pedro Mártir de Anglería, que exaltó la destreza de los taínos en la talla de la madera cuando en su Carta dirigida al Cardenal Luis de Aragón”, argumentó.

Asimismo, dijo que los cemíes tricúspides o trigonolitos constituyen excelentes realizaciones de este legado artístico aborigen.

“Estos son objetos de culto emblemáticos de la cultura taína, vinculándoseles con los rituales propiciatorios de la fertilidad agrícola y la procreación del género humano”, añadió.

También se refirió a los impresionantes ídolos o cemíes antropomorfos tejidos de algodón, que servían de receptáculo para reverenciar la carabela de sus ancestros.

“Dada su evocativa apariencia espectral, los cemíes tejidos en algodón se relacionan con el culto a los desaparecidos, teniendo la intención deliberada de infundir respeto o temor al espectador, como acontece con las caracterizaciones espantosas y sobrecogedoras de los seres que habitaban el inframundo”, añadió.

Dijo que afortunadamente, se ha preservado un ejemplar de estos extraordinarios íconos taínos, el cual se conserva en un adecuado estado en la colección del Museo de Antropología y Etnografía de la Universidad de Turín, Italia, donde fue localizado por el licenciado Bernardo Vega, quien tras una larga pesquisa logró dar con su paradero para beneplácito de los estudiosos de la prehistoria antillana.

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