Hito literario: el 30 aniversario del Ateneo Insular y el Movimiento Interiorista

Fueron fundados en Moca por el escritor Bruno Rosario Candelier

En el centro, Bruno Rosario Candelier en un encuentro literario efectuado en el 1969. Le acompañan, Alberto Peña Lebrón, a la izquierda, y Adriano Miguel Tejada, a la derecha. (Fuente externa)

Se conmemoran 30 años de la fundación del Ateneo Insular y el Movimiento Interiorista, creados por iniciativa del escritor mocano Bruno Rosario Candelier, director de la Academia Dominicana de la Lengua.

La entidad y el movimiento congregan a escritores que gozan de reconocimiento nacional e internacional y de nuevos autores que buscar mayores conocimientos y experiencias que les permitan desarrollar sus potencialidades.

Forman parte del Ateneo Insular y el movimiento interiorista autores como Manuel Salvador Gautier, Rafael Peralta Romero, Carmen Pérez Valerio, Ofelia Berrido, Carmen Comprés, León David, Emilia Pereyra, Rafael Solano, Guillermo Pérez Castillo, Sélvido Candelaria, Eduardo Gautreau de Windt, Leopoldo Minaya, Víctor Escarramán, Rita Díaz y Miguelina Medina, entre otros.

Rosario Candelier evocó cómo se realizó el primer encuentro. “Un día como hoy (28 de julio), hace treinta años, convoqué en Moca, República Dominicana, la primera reunión para articular una organización de escritores (el Ateneo Insular) con un ideario estético (el Interiorismo) y un plan de trabajo (formación de grupos y reuniones periódicas) en cuyo nombre hemos celebrado desde entonces y cada mes, hasta marzo de este año, un encuentro mensual que la plaga del coronavirus ha impedido continuar”, dijo.

El creador explicó que al concebir el Movimiento Interiorista se propuso incentivar la creación artística y literaria con un ideario estético que enfocase, desde el interior de la conciencia y a la luz de la sensibilidad, el sentido espiritual de lo viviente con el aporte de las intuiciones y vivencias para comprender la dimensión interna y mística de las cosas, activar el desarrollo de la conciencia trascendente y recrear los efluvios de las irradiaciones estelares.

“Una labor de ese tipo supuso, en primer lugar, conocer las tres dimensiones de la realidad (realidad real, realidad imaginaria y realidad trascendente), fomentar el estudio y el cultivo de la palabra para motivar la vocación creadora y auspiciar el conocimiento de las obras fundamentales que nos iluminen la conciencia espiritual, al tiempo que fomentamos el interés por el arte de la creación literaria no solo en el sector de la juventud, sino en nuestras ciudades y pueblos para elevar la sensibilidad estética, la cultura intelectual y la disciplina espiritual”, agregó.

La continuidad

Luego de 30 años de labor ininterrumpida, el Ateneo Insular y el Movimiento Interiorista se preparan para continuar el trabajo formativo y creativo a favor de la literatura nacional.

Y a propósito, Rosario Candelir expresó: “Mientras tengamos salud y vigor seguiremos fomentando el rol de la conciencia mediante el arte de la creación verbal en procura de la iluminación interior, con el valor de lo humano y lo divino que nos caracteriza a la luz de un ideal de ascenso espiritual, de manera que nuestra creación se impregne de amor, sabiduría y entusiasmo compartido para ir superando nuestras limitaciones, penurias y carencias”.

Igualmente, manifestó su aprecio por la creación de una obra literaria asumida como un medio para ascender y hacer de la condición humana un puente de superación, armonía y comprensión con el disfrute de la emoción estética y la fruición espiritual.

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