La cámara no engaña

Con septiembre llega Photoimagen, uno de las grandes iniciativas culturales que todavía se mantienen. Este año, el país invitado es Cuba. Mayra Johnson adelanta lo que podremos ve.

Fotografìa de María Eugenia Haya. Archivo Centro de la Imagen Mèxico.

SANTO DOMINGO. La historia de Photoimagen es la de un empeño personal. A Mayra Johnson le han salido las canas empujando uno de los festivales más ambiciosos, interesantes y bien resueltos de los que podemos disfrutar. Este año, 15 espacios, entre galerías de arte, museos e instituciones, prestan sus paredes para poder disfrutar desde el 1 de septiembre de la mejor producción del trabajo de los fotógrafos dominicanos. Con un país invitado, Cuba, que trae desde retrospectivas de grandes maestros a la muestra del trabajo más vanguardista de sus nuevas generaciones.

¿Por qué Cuba?

En los 80 Cuba rompe todos los esquemas establecidos. Antes la fotografía cubana se dividía en dos grandes tendencias: la fotografía documental (directa o testimonial) y la llamada fotografía conceptual (creativa o manipulada). Hoy después de 30 años se puede asegurar que la misma posee tres grandes tendencias muy marcadas: lo antropológico-etnológico, lo sociológico-crítico y lo experimental-creativo (manipulación, collage fotográfico).

Sin embargo, en las dos primeras sigue lo documental, pero con cierta diferencia una de la otra. En la primera se testimonian los hechos y acontecimientos de su entorno de manera antropológica, donde se incluye de alguna forma el fotoperiodismo, y en el segundo aunque sigue la influencia de lo documental —pero con una inclinación hacia la crítica social— eliminando lo bello y ensalzando lo grotesco, lo feo, lo irreverente, lo morboso, entre otras sensaciones, teniendo en cuenta un poco el rechazo a lo bonito. Sustituyendo lo bello por lo feo.

A partir del 2010, hay una gran oleada de jóvenes talentos, que se dieron cuenta de que la fotografía no solamente es técnica (el último modelo de cámara fotográfica o una colección novedosa de diferentes objetivos de distintas distancias focales, etc.) sino que además es necesario tener presente las reglas y las leyes de las artes visuales, aplicadas a la fotografía. Es entonces cuando aparecen una gran cantidad de artistas egresados de las escuelas de pintura o de la Academia de Fotografía y que se dedican única y exclusivamente a utilizar la fotografía como herramienta. Es lo que llama Rufino Del Valle la novísima generación que está desplazando a los simples fotógrafos a los que sólo les interesaba la técnica.

Ambas tendencias estarán visibles en las salas del Museo de Arte Moderno, la primera curada magistralmente por Carlos Acero Ruiz y con un espacio especial para Marucha y Mayito, dos grandes de la fotografía cubana, siendo la primera quien organiza la Fototeca de Cuba. La generación segunda estará en el segundo nivel del Museo de la mano de Juan Antonio Molina, curador invitado.