La Catedral de Santo Domingo, un tesoro colonial colmado de historias

Otro ángulo de la imponente Catedral dominicana. Foto: Marvin de Cid/Diario Libre

SANTO DOMINGO. La Catedral Metropolitana Santa María de la Encarnación, la primera de América, ubicada en la más antigua colonia española del Nuevo Mundo, conserva una serie de tesoros que la convierten en un monumento único, con peculiares características que causan admiración en foros internacionales.

A juicio del arquitecto Esteban Prieto Vicioso, especialista en conservación de monumentos y director de la Oficina de la Obra y del Museo de la Catedral, el templo es en sí mismo un tesoro del patrimonio dominicano, “por ser la primada”, la única gótica que hay en América.

Y argumenta: “Pero no es solo por su estilo. Es también por el método constructivo, por esas nervaduras que están en las bóvedas, que están trabajando estructuralmente”.

Entusiasta, él resalta, entre las peculiaridades arquitectónicas del monumento, la escalera en forma de espiral, “ese sello” del arquitecto renacentista segoviano Rodrigo Gil de Hontañón, quien “tuvo que ver con la construcción de la Catedral”.

Explica que la Catedral tiene un muro de arriostramiento que une todas las columnas. “Eso... cuando lo hemos presentado en congresos en España se han quedado sorprendidos de que aquí en Santo Domingo tuviésemos algo así, de que se hiciera así en 1520, cuando empieza su construcción”.

Restos y piezas importantes