Tercer domingo de carnaval imprime magia y esplendor a las calles de La Vega y Santiago

Los tradicionales personajes desfilaron para deleite de los asistentes

Alrededor de la insigne festividad hay toda una industria comercial. (Diario Libre/César Jiménez)

La casa de los tradicionales Diablos Cojuelos en La Vega volvió a lucirse entre magia, fantasía y color durante este tercer domingo de carnaval y atrajo a multitudes que desde distintos sectores llegaron hasta el centro de la ciudad, para disfrutar del desfile de decenas de grupos pintorescos y culturales.

La inversión de más de 50 millones de pesos en la confección de creativos y nuevos disfraces y personajes, anunciada por la Unión Carnavalesca Vegana, colectivo que preside el folclorista Martín Duquela, imprimió un mayor grado de majestuosidad y diversidad a la conocida fiesta cumbre del mes de febrero.

Alrededor de la insigne festividad, toda una industria comercial que incluye la confección de trajes, caretas, tocados, así como las ventas que se generan en otros sectores como comida, bebidas, ropas, y que coaccionan con la celebración, genera recursos que abonan la economía de la provincia.

En el desfile destacaron por su impresionante actitud y belleza, la reina del carnaval vegano 2020, la joven Martiel Read y el Rey Momo Nicolás Fernández, (Colá).

Entre tanto, la lluvia que con fuerte viento cayó la tarde de este domingo en Santiago, no detuvo la pintoresca fiesta popular, donde destilaba color, alegría y música.

En el marco de la celebración de este domingo, la Corporación Carnavalesca de Santiago, entregó un reconocimiento al folclorista y gestor cultural Rafael Almánzar, Rey Lechón del Carnaval Santiago 2020, y a la artista Maridalia Hernández, a quien está dedicada esta versión.

El anfitrión del desfile, el Lechón del Carnaval, destacaba por la cuidadosa elaboración de sus caretas, en las variedades que se confeccionan.

Otras ciudades y pueblos de esta región del Cibao, también celebraron la mítica fiesta popular que no discrimina en sexo, edad, condición social ni creencias.