Estafadores prometen curar el sida con remedios naturales

Franklin Beltré, 63 años, dentista y naturista autodidacta, afirma que cura el sida con brebajes de plantas de la tierra, hojas y raÌces preparados por él mismo y asegura que en ocho años ha sanado ya a unas treinta personas. EFE Fotos: Orlando
Santo Domingo, (EFE).- Adiós a los antirretrovirales, el sida se cura con remedios naturales, con transfusiones sanguíneas y hasta con rayos ultravioleta. Así estafan a cientos de dominicanos víctimas de la falta de educación y de un precario sistema de salud.

"Se cura el VIH/sida en ocho meses", reza uno de los tantos letreros que se pueden ver en Santo Domingo y en otras localidades del país.

Este en particular, enclavado en plena calle principal del barrio Mejoramiento Social de la capital dominicana, continúa: "No se deje morir de VIH/sida. Es un milagro de Dios y de la medicina natural. "Con garantía para su dinero y su salud".

Dentro, el enfermo se encuentra con un local diminuto, un sillón, un ventilador y varios resultados médicos pegados a la pared que atestiguan las bondades de este negocio: "Prueba de VIH: resultado negativo".

El propietario es Franklin Beltré, de 63 años, dentista y naturista "autodidacta", que muestra orgulloso y sin tapujos a todo aquel que se lo pregunte los supuestos remedios con los que cura el sida, preparados por él mismo desde hace ocho años.

Aparece con el líquido "milagroso'': sólo revela que este brebaje, que él llama "matavirus", está hecho con "plantas de la tierra, hojas y raíces".

Por cada galón, cobra "poca cosa", entre 3.000 y 5.000 pesos, aproximadamente el salario mínimo mensual en la República Dominicana.

Para el éxito del remedio, Beltré exige suprimir todos los medicamentos que el paciente esté tomando y no comer carne de res ni de cerdo.

Se toma tres veces al día, acompañado de un suplemento vitamínico que también él mismo prepara.

Asegura que en estos ocho años ha sanado a unas treinta personas. "Pero los curo bien curados, *eh?", añade para que no quede duda.

Afirma que a su local acuden todo tipo de personas.

"Ahora es que la gente está comenzando a creer en mis remedios", asevera con seriedad mientras señala como prueba los resultados médicos pegados en la pared.

Beltré no ha dejado de lado su trabajo como dentista, aunque reconoce que las "dos profesiones" que tiene no son muy compatibles.

Este caso no es único.

El año pasado, el Consejo Nacional de Bioética suspendió los ensayos que la empresa Globalmed Technologies Dominicana, presidida por un estadounidense, realizaba con 36 pacientes con VIH/sida, una decisión que fue ratificada por un tribunal, aunque no se condenó a la empresa.

La investigación consistía en sacar sangre a los enfermos, exponerla a rayos ultravioleta y después inyectarla a los pacientes.

Según dijo a la prensa uno de los investigadores, esta sangre "nueva" destruye el virus y las bacterias al circular por el cuerpo.

El presidente del Consejo Presidencial del Sida (COPRESIDA),

Alberto Fiallo, explica a EFE que esta empresa perseguía ayuda internacional para introducir el "revolucionario método" en otros países.

Y a los pacientes también les pedían que abandonaran los antirretrovirales.

"Sí, al principio mejoraban, pero era porque la mayoría de los pacientes era gente muy pobre, con altos niveles de desnutrición, y como esta compañía les daba una alimentación adecuada y un seguimiento médico, por eso mejoraban", añade Fiallo.

Ahora, las autoridades vigilan un nuevo caso: han encontrado panfletos, al parecer de esta misma empresa, que promete curar el VIH/sida irradiando rayos ultravioletas en la lengua.

Un médico familiar es precisamente lo que persigue el Seguro Familiar de Salud que todavía no ha visto la luz en todo el país, a pesar de que la Ley de Seguridad Social se promulgó en 2001.

"Si en cada demarcación hubiera un médico familiar, si hubiera suficientes promotores de salud entonces no aparecerían estas sinvergüencerías". EFE