Jarabe de Palo deja buen sabor en concierto a piano y voz

El público que copó el Teatro Metropólitan ovacionó las nuevas versiones de los éxitos

MÉXICO.- Ante la expectación de casi 3,200 personas, que acudieron en su mayoría ataviadas con gorras y camisetas alusivas a Jarabe de Palo, Pau Donés, vocalista de la agrupación, entró en el escenario a las 8:45 de la noche dispuesto a interpretar sus mejores canciones de amor: con tan solo su voz y un piano.

Vestido de negro de pies a cabeza abrió el concierto con ¨Realidad o sueño¨, haciéndose acompañar al otro extremo del escenario del pianista Jaime Burgos, y granjeándose de inmediato los primeros aplausos.

A esta canción le sucedió ¨Grita¨, una interpretación que fue coreada al unísono por los asistentes y que motivó que el artista la finalizase con un: ¨¡Muchas gracias! ¡Qué lujo!¨; así como con una anécdota, donde hizo reír al público local al narrar que cuando se le ocurrió llevar sus hits al piano, un amigo mexicano lo animó diciéndole: ¡Ándale, güey!

Así, con un simple sofá en el centro y unas tenues luces (amarillas, rojas y violáceas), a modo de escenografía, Pau Donés le siguió el paso al piano, con su guitarra acústica, a ritmo de ¨¿Y ahora qué hacemos?¨, ¨Me gusta como eres¨, ¨Te miro y tiemblo¨ y ¨Duerme conmigo¨.

Este grupo español se presentará en Hard Rock Café República Dominicana el 13 de junio, a partir de las 9:00 de la noche, y estará acompañado de toda su banda.

 Tras ¨Amor de todo a 100¨, el líder de Jarabe de Palo reveló que con esta presentación, donde querían darle un giro acústico a algunas de las canciones pertenecientes a los 18 años de trayectoria de la banda: ¨Pretendíamos hacer un tratado de amor, pero nos fue imposible¨.

Por eso -explicó- decidió integrar al espectáculo algunos poemas de la autoría de Carlos Tarque, vocalista y compositor de la banda de rock española M-Clan, quien se hizo presente a través de una proyección en una pantalla de fondo.

Después del primer poema, Donés fue interrumpido un sinnúmero de veces por las fans que le gritaban: ¨¡Te quiero!¨ alentadas por su confesión de no haber tenido suerte en el amor y por la lectura de una carta que dijo haberle escrito a una exnovia mexicana, donde el texto no revelaba sus verdaderos sentimientos hasta en el posdata que decía lo enamorado que estaba de ella a pesar del rompimiento. Así dio pie a la interpretación de ¨Frío¨ y a lanzarle múltiples besos a la multitud.


Colocándose detrás una pantalla, que proyectaba su sombra en un aire rojinegro, cantó ¨Palabras que se esconden¨ y volvió a conversar con el público sobre lo mucho que le gusta su oficio, invitando a seguidas a tres chicas del público a sentarse en el sofá del escenario para escuchar de cerca su tema ¨Adiós¨.

Así, mientras las féminas del auditorio no dejaban de piropearle: ¨¡Guapo!¨, cantó ¨Déjame vivir¨ y ¨Dos días en la vida¨, esta última con Donés en la percusión, dándole el toque caribeño a una velada que alcanzó su clímax cuando el artista narró cómo una experiencia de amor vivida en Cuba le llevó a la composición de ¨La Flaca¨, unas letras que fueron ampliamente coreadas por todos en el Metropólitan.

A segundos de despedirse con un ¨Gracias por venir esta noche. ¡Un beso y hasta siempre!¨, sus seguidores le hicieron volver al escenario, junto a Jaime Burgos, para culminar con otro par de temas (¨Completo-incompleto¨ y ¨Agua¨) que fueron cantados a todo pulmón por los presentes, a quienes Pau confesó estarles muy agradecido, ya que tenía sus dudas de que este nuevo formato interpretativo gustase.

Al final reverenció y aplaudió al público, en la compañía de su pianista, para terminar de arrancarle los últimos ¨¡Te amo!¨ a las chicas que también fueron distinguidas por él con varias rosas rojas que buscó tras bambalinas y que besó una a una para después arrojarlas.