"Los compositores cubanos se dividen en dos grandes grupos: Ernesto Lecuona y los demás"

SANTO DOMINGO. Cuba es una isla de extremos. Se dan gloriosos músicos longevos y  virtuosos músicos prodigios. El camino de Paquito D' Rivera parece ir de un extremo a otro. Nacido en 1948, el saxofonista vive desde hace años en Estados Unidos, desde donde ha logrado proyectar su música mundialmente. la que se dejará escuchar la noche de este sábado en el Teatro La Fiesta con "Tango Funk".

P: Este viaje suyo a República Dominicana ha sido muy esperado. Demasiado tiempo sin venir al país, maestro...

R: Creo que la última vez fue cuando vinimos a presentar una película lindísima de Fernando Trueba que se llama "Calle 54", tiene que haber sido como seis años. Demasiado tiempo, yo pensaba que los dominicanos no me querían. Recuerdo que en aquel momento vinieron dos grandes pianistas, Michel Camilo y el andaluz Chano Domínguez, con quienes tuve una oportunidad muy bonita de compartir el escenario . Este país es muy especial para mí. Primero porque se parece demasiado a las provincias orientales del país.

P: ¿De qué parte de Cuba es usted?

R: Soy de Marianao, nací muy cerca del cabaret Tropicana y me crié en el cabaret Tropicana.

P: Entre música y...

R: Bailarinas..., sobre todo las bailarinas...

P: En este tiempo de ausencia del país usted publicó "Mi vida saxual"... ¿Qué vino después?

R: Después vino una novela publicada en España que se titula "Oh, La Habana", como la rumba aquella. Es muy divertido porque todos los personajes son reales y tienen nombres parecidos para poder variarles la historia, porque sino no puedes variarla. Es muy divertida, porque hay personajes como Rita  Montalván, que es Rita Montaner;  Wichy Guedes (Guillermo Álvarez Guedes); o Tito Rivas, que era mi padre Tito Rivera. Pero todo son cosas que sucedieron o pudieron haber sucedido.

P: Un poco de la música cubana contada con ficción...

R: Desde la óptica de un músico. Yo creo que es la primera vez, porque "Los tres tristes tigres" está contada por un escritor.

P: Claro, con ínfulas de músico.

R: Bueno, yo no creo que Guillermo (Cabrera Infante) tocaba ningún instrumento siquiera.

P: Pero era un enfermo a la música.

R: A la música de noche...

P: Definitivamente...

R: Y bueno, no sé cómo se han enterado, pero ahora preparo un libro con anécdotas de viaje, que se llama "Paisajes y repasos".

P: ¿Cuál ha sido el país más extraño que usted ha visitado? O mejor dicho, el más lejano a su cultura.

R: Tailandia quizás.

P. ¿Nunca ha estado en África?

R: Sí, como no. Nosotros (hablo de Irakere) fuimos a Angola. No nos dijeron adónde íbamos. Viajamos por una semana y estuvimos un mes allí, en medio de la guerra. Una anécdota sobre la guerra de Angola. Andábamos a mil por las carreteras de Angola en cuatro Volkswagen. Bajamos a 'hacer aguas', yo estaba acá y un poco más allá, bajo un árbol estaban 'haciendo aguas' el Niño, el tumbador aquel que murió y Chucho Valdez. Y yo estoy aquí, y veo una pantera negra en el árbol, en una rama que estaba así, y yo no grito porque temía que se abalanzara sobre ellos. Les hacía señas y no me veían. Bueno, la pantera se tiró de allá arriba y Niño y Chucho empezaron a gritar, y  salieron corriendo cada uno por su lado, y la pantera salió huyendo de ellos por otro lado. Estaba tan asustada como ellos dos. Y esas son cosas que quiero contar en el libro ése.

P: ¿Qué nuevo reto discográfico tiene entre manos?

R: Acabo de grabar un álbum donde tuve de invitada a la clarinetista clásica más importante del mundo. Una mujer que fue rechazada en la Filarmónica de Berlín, ahí nunca ha habido mujeres, y Von Karajan casi renuncia porque no dejaron entrar a la muchacha esta. Cosa que le hicieron un gran favor porque ahora es una gran solista. Ella se llama Sabin Mayer. Hicimos un disco con varios clarinetes, yo solamente toco el saxofón en una sola pieza que se llama "Chiquita Blues". ¿Ya leíste "Chiquita"?

P: Una gran novela, de Antonio Orlando Rodríguez. Maestro, ¿y para usted cuál ha sido el músico cubano más importante?

R: El compositor más representativo de nosotros ha sido Ernesto Lecuona. Los compositores cubanos se dividen en dos grandes grupos: Ernesto Lecuona y los demás. Lecuona hizo bailar al mundo con la música cubana con calidad. Cuba ha dado grandes compositores, incluso gente mejor preparada que Lecuona, más académica y más innovadores, Lecuona era bastante tradicional, pero ¡tenía una magia! Hay piezas suyas que me molestan por la sencillez, que casi van hacia la bobería.