Estos son los retos a los que se enfrentará la moda en el 2022
Desde evitar la crisis logística hasta terminar con el ‘fast fashion’; un estudio realizado por la consultora McKinsey cita los cinco desafíos a los que tendrá que hacer frente la moda este año
Luego de dos años difíciles para la moda, el 2022 promete ser una nueva oportunidad para resurgir para el sector. Así lo vislumbran desde McKinsey, consultora que, como cada año, recientemente dio a conocer su informe sobre el estado de la moda "State of Fashion", realizado en colaboración con la plataforma Business of Fashion.
El análisis recoge entrevistas con los principales ejecutivos del sector y una amplia encuesta de la industria. En base a ello, listan las expectativas de las empresas para este año y los retos a los que tendrán que enfrentarse.
Desde evitar la crisis logística hasta terminar con el ‘fast fashion’; a continuación, los cinco grandes desafíos a los que tendrá que hacer frente la moda en el 2022, según el citado estudio.
Evitar los problemas logísticos
Debido a la crisis sanitaria, las empresas tuvieron que afrontar problemas relacionados con la cadena de suministros. Mientras algunas se vieron en la obligación de cancelar pedidos, otras tuvieron que aumentar sus volúmenes, lo que representó un reto, tomando en cuenta la escasez de materiales y productos que provocó el cierre de las fábricas.
Los problemas logísticos derivaron en retrasos en las entregas y aumento en los costos de transporte, que este año deberán superar las empresas. Tal y como argumentan en el informe, el objetivo principal para este nuevo periodo debe ser facilitar una mayor flexibilidad y revisar las estrategias de abastecimiento existentes.
"En 2022 más del 70 % de compañías tiene previsto acercar sus centros de producción y un 25 % tiene la intención de reubicar el abastecimiento estratégico hacia los países de sus sedes centrales", sostienen.
Hacer que la digitalización no sea el fin de las tiendas físicas
Para nadie es un secreto que en los últimos dos años las compras online incrementaron, superando incluso las físicas; sin embargo, es trabajo de las marcas este año hacer que la digitalización no sea el fin de las tiendas tradicionales.
José Luis Pavía, que fue el máximo responsable de la firma de Inditex Lefties, comenta que el tráfico orgánico de clientes en las calles va a desaparecer o, en el mejor de los casos, disminuir radicalmente. Ante esta realidad explica que las compañías de moda tendrán que hacer uso de la información de los clientes para atraerlos a sus canales con ofertas personalizadas.
Olvidarse de la prisa y crear productos valiosos
La inmediatez ha llevado a las empresas a tener acceso instantáneo a tendencias, así como a fabricantes, lo que, a consideración de Pavía, solo supone que prácticamente cualquiera pueda ofrecer moda a buen precio.
"El usuario está absolutamente empachado y esto se traduce en una pérdida de valor. En Amazon hay productos donde el único coste es el trasporte", refiere. Para él, la solución es que las firmas revisen su propuesta de valor única: determinar qué las hace únicas y lo que pueden aportar a los clientes y a la sociedad.
Las típicas frases de “moda a precios sin competencia” o "si no quedas satisfecho, te devolvemos tu dinero” quedarán en el pasado.
Aprovechar el metaverso
El metaverso es el futuro de la convivencia humana por lo que la moda no puede quedarse fuera de él. De hecho, firmas como Uniqlo, Louis Vuitton, Zara o Balenciaga ya se han sumado a este universo virtual naciente, tendencia a la que tendrán que apuntarse las demás empresas de moda si no quieren quedarse en el olvido.
La razón es sencilla: el metaverso ofrece una realidad paralela aspiracional que muchas veces el usuario no es capaz de trasladar a la vida real. Como explica Morgan Stanley en el informe, para 2030 el metaverso acumularía el 10 % de las ventas del sector del lujo. Concretamente, se habla de unos 56,000 millones de dólares.
Terminar con el ‘fast fashion’
Es un tema que se debate desde hace tiempo, pero que este año cobrará especial protagonismo: apostar a la moda sostenible. "La industria del ‘fast fashion’ debe reinventarse de forma radical o está condenada a desaparecer", apunta Pavía.
Para terminar con el ‘fast fashion’ y encaminarse a un modelo circular no será suficiente con hacer prendas con mejores materiales para que duren más tiempo o pagar más a los trabajadores que confeccionan la ropa; hace falta disminuir la producción anual.
"Solo entre 2000 y 2015, la moda elevó al doble su volumen de prendas hasta los 100,000 millones. Las estimaciones, además, son de crecer un 63 % hasta el 2030”, asegura Gema Gómez, directora ejecutiva de la plataforma Slow Fashion Next.
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