Emmanuel cautiva y hace vibrar al público en el Teatro Nacional

El cantante de “Toda la vida” interpretó sus mayores éxitos durante dos horas

El cantautor mexicano Emmanuel hizo suyo el Teatro Nacional con un espectáculo que recordó las mejores décadas de la balada moderna y el pop latino.

Con un aforo a casa llena y de diversas edades, el artista de 68 años puso a cantar y bailar a todos con un repaso de su trayectoria de 45 años y 18 álbumes en las que fueron cantadas a una voz las emblemáticas “Bella señora”, “La chica de humo” o “Sentirme vivo”.

Antes de salir a escena, el cantautor dominicano Manerra, quien sirvió de telonero del concierto de Natalia Jiménez el jueves pasado, hizo lo propio en el de Emmanuel llevándose el aplauso del público en cada canción.

“Curita”, “Mantequilla y café” junto a la cantante Laura Massiel y “Bachata colonial”, fueron cantadas por el ganador de Premios Soberano como “Revelación del año” quien finalizó haciendo un llamado a ser “embajadores de amor, paz y esperanza”.

A las 9:24 p.m. sonaron los acordes de la banda de Emmanuel y el público soltó una algarabía. 

Cuatro coristas y 13 músicos distribuidos en todo el escenario con elevadores se lucieron.

Mensaje de esperanza 

Emmanuel fue muy conversador y también hizo referencia a las guerras y otras calamidades que atraviesa el mundo. “La Paz solamente la trae Dios”, dijo emotivo. Es creyente de la Virgen de Guadalupe y confesó que visitó recientemente la Basílica de Higüey y subió las escaleras “a darle un beso a la Virgen de la Altagracia”.

Acto seguido entonó “Tengo mucho que aprendió de ti”, que aunque no parezca, tiene un mensaje cristiano e hizo que nuevamente se parara a aplaudir, algo que no pasa tan seguido en los shows. 

Con mucho respeto a la música dominicana, en pandemia se puso a jugar con las fusiones e interpretó “Quieren que la olvidé”, un corte que tiene un poco de bachata, pop y música norteña, siendo muy bien recibida. 

De los hits de su primer álbum hasta las siguientes décadas del 90 y 2000, Emmanuel echó mano de un cancionero diverso donde no faltaron “Es mi mujer” y “Hay que arrimar el alma”, pero “Sentirme vivo” de finales de los 90 tuvo una vibra tan motivadora y especial que fue cantada por los presentes de pie y con las manos levantadas, quedándose solo en el coro por más de un minuto y con aplausos incluidos, sin dudas, una de las más disfrutadas.

Con otro cambio de vestuario, más casual y con chaqueta plateada, el astro de 68 años dejó algunas baladas cortavenas y las más movidas, con mezclas de rock y pop para el final. 

Estas fueron “Todo se derrumbó”, “Bella” y “Tú y yo”. 

Mientras un músico tocaba un solo de batería y el otro de guitarra, Emmanuel salió para otro cambio de vestuario, esta vez de rojo, a tono con el mood ochentero de los siguientes temas para despedir en grande.

“La chica de humo” (1988), una de las más famosas de su álbum “Quisiera” fue una fiesta donde nos imaginamos un viaje en el tiempo de tanta buena música. 

En ese mismo ánimo y en complicidad con la audiencia Emmanuel siguió con “Toda la vida” (1986) y pareció un karaoke grupal con el estribillo Toda la vida, descubriendo versos a escondidas, para escapar de tus heridas, para buscar las aventuras, que me liberen de tus besos, solo por eso, solo por eso.

A las 11:22 de la noche y tras 24 canciones, José Emmanuel Acha Martínez, su nombre de pila, cerró con “La última luna” dejando a todos complacidos.

El artista bromeó de la edad en distintas intervenciones, de que ya no tiene el pelo largo como antes, siendo un galán que hacía derretir a las chicas.

Para todo el que asistió al concierto quedó más que demostrado que sus pasos de baile, energía, entrega en el escenario y buena música permanecen intactas en el tiempo. 

Apasionada del arte, la cultura, el turismo y la radio. Escribe para la sección Revista de Diario Libre. Egresada de Comunicación Social por la UASD y del Máster en Comunicación e Identidad Corporativa por la UNIR.