Una zambullida en la música de siempre de la mano de Sting

“57th y 9th” califica entre los tres mejores conciertos de la década

Sting no usa pantallas led ni escenografía, solo su luces. (Alfonso Quiñones)

PUNTA CANA. Sinchronicity II y Spirits in the material world, de cuando The Police, fueron las cartas de apertura del concierto 57th & 9th, con el que Sting vino por terecera vez a República Dominicana.

Englishman in New York comienza con el bajo de todos los años. “¡Wooo!” dice y la gente le responde y cómo se saben la letra, porque este es un público cómplice, corean y se ponen de pie. Abre los brazos, los pone en la cabeza, “más fuerte por favor”, dice.

I Can’t stop thinking about you, Sting mantiene la misma voz y es capaz de provocar sentimientos que ya querrían un día de su vida algunas de las súper estrellas pasajeras del hoy que vivimos. “Muy buenas noches querido público dominicano; me siento muy honrado de estar aquí una vez más. ¿Qué tal?”, dijo en español. Presentó la banda multicultural que lo acompaña, incluidos su hijo Joe Summner y The Last Bandoleros que cantaron antes que él y ahora le hacen coro. One fine day, luego, en She’s too Food for me, en medio de una frase musical bajan el tempo al unísono todos los instrumentos y lo vuelven a subir provocando aplausos. Ensayo, ensayo, ensayo y complicidad. Admiración de sus músicos por el líder. I Hung My Head, Fields of Gold con solo de acordeón que da sabor weastern a la suave balada. Vuelve al rock con Petróleo Head; Down, down, down; Shape of My heart, el hijo se le unió alante a dúo.

Unas cuatro mil personas acudieron al Hard Rock Hotel & Casino Punta Cana, a ver a Sting, un artista que podrán pasar todos los artistas que ha traído al país hasta ahora Saymon Diaz y ninguno superará en trascendencia al británico, llegado gracias a la magnífica mancuerna del joven empresario y la institución hotelera.

De pie el público recibió de tiempos de The Police Message in the bottle. Llamó a su hijo Joe para que cantara de David Bowie Ashes to ashes, empató el tema con 50,000 cantada por él. Especialista en crear ambientes íntimos diferentes dentro de una misma canción, Sting es grande por su sencillez y porque no necesita artificios para decir lo que quiere, sobre mundos armónicos de atmósfera especial.

Walking on the moon, So Lonely, esperada de pie. Desert rose, con aires árabes, Roxanne fue al punto del delirio un coro que se escuchaba en Higüey, empató de ambiente en ambiente con Aint’ no Sunshine y regresó a Roxanne, Next to you, Every breath you take y de ñapa Fragile con gran coro, afinadito, pusieron el punto final de un concierto de los mejores que se han celebrado en este país, una mayoría de edad en cuanto a producción de SD Concerts.