Pilates: a quién va dirigido y cómo hacerlo

En los últimos años nos ha llegado un método que está revolucionando el panorama del fitness y la rehabilitación. Es el método Pilates.

En 1923 Joseph Pilates, nacido en Alemania en 1880, estaba obsesionado con la debilidad muscular y las múltiples enfermedades que padeció durante su infancia, por lo que se dedicó a la práctica deportiva y a crear un método que permitiera sacar el máximo rendimiento al organismo con un mínimo de estrés o daño posible.

Fue, durante la Primera Guerra Mundial, cuando desarrolló su método y creó parte de las máquinas en las que se inspiran los aparatos actuales.

En aquel entonces, la falta de recursos lo llevó a utilizar elementos como las poleas, barras y cuerdas.

Su filosofía gana cada día más adeptos y en Santo Domingo, específicamente en el Centro de Danza Ecos, encuentra un espacio donde Ginny Ocaña es monitora, recibiendo muy buena aceptación y excelentes resultados, a decir de su propia experiencia.

"Acuden personas de todas las edades y ambos sexos. Te mejora la flexibilidad, fortalece las articulaciones y ayuda a alcanzar la armonía entre el cuerpo y la mente". Esto es precisamente lo que promete el método y lo que permitió a su creador acelerar la recuperación tras una lesión y mejorar las secuelas de trastornos como la osteosporosis y la escoliosis.

Los principios del Pilates.

Control mental

Precisión, que deriva del control.

Flexibilidad

Fluidez

Respiración, coordinada con los ejercicios

Ginny señala que es importante poner atención en los movimientos, "unir la mente a cada uno, visualizar el paso siguiente para que el sistema nervioso central elija la mejor combinación de músculos a la hora de realizar dicho ejercicio".

El cuerpo humano –continúa- tiene un centro denominado "powerhouse", que comprende el abdomen, columna lumbar y glúteos, origen de todo movimiento.

"Pilates se enfoca en el fortalecimiento de ese centro. Los músculos asociados a él soportan la columna, los órganos internos y la postura. Estabilizan el torso y permiten el estiramiento y alargamiento del cuerpo", dice.

Precisión. El padre de esta gimnasia decía que concentrarse en los movimientos con precisión es indispensable. De lo contrario, se realizarán incorrectamente y perderán toda su eficacia. La flexibilidad también resulta imprescindible ya que ningún movimiento debe ser rígido ni contraído, explica Ginny monitora del método Pilates en el Centro Ecos.

Fluidez. Tampoco deben ser demasiado rápidos o demasiado lentos, ni deben darse pasos bruscos que puedan dañar el cuerpo.

Respiración. Se debe coordinar perfectamente con los ejercicios. En cada uno se inspira profundamente, llenando por completo los pulmones, y luego se expira, vaciándolos. Esto aumenta la cantidad de oxígeno en la sangre y elimina toxinas.

En la técnica Pilates, las piezas del cuerpo que no tienen desplazamiento en el espacio tienen tanto, sino más, consideración que las que se mueven.

Su proyecto: construir un cuerpo armonioso desarrollando su equilibrio, su conciencia, la excelencia de sus coordinaciones, su capacidad de adaptación, su flexibilidad y su fuerza.

Según su creador, un cuerpo preparado es el que ha desarrollado en una perfecta adecuación con las necesidades de las acciones a efectuar, un alto control de su capacidad a deformarse (la movilidad) y a resistir la deformación (la estabilización). Concierne particularmente a la columna vertebral.