¿Por qué hay vinos Crianza, Reserva o Gran Reserva?
Es posible que en algún momento te hayas hecho esta pregunta, así que intentaré explicarlo lo mejor posible.
Lo primero que debes saber es que no todos los países productores de vino utilizan estos términos para referirse a lo mismo. En Chile, por ejemplo, sería una tarea casi imposible encontrar vinos que se identifiquen como Joven o Crianza, en su lugar existe lo que ellos llaman Varietal, aquel vino sin paso por madera que se empieza a comercializar unos meses después de la vendimia.
Ahora bien, en Chile, como en otros países, sí existen los Reservas o Grandes Reservas, pero estas clasificaciones son mayormente utilizadas por los productores para diferenciar la calidad del vino. Es por eso que pueden mercadear al mismo tiempo un Varietal y un Reserva de la misma cosecha, ya que la diferencia entre ellos viene dada por la calidad de la materia prima (uva) seleccionada y no por el tiempo de envejecimiento en barrica o botella.
Pero no nos detengamos aquí, viajemos a Europa y tomemos como ejemplo los vinos de la Ribera del Duero (España), donde estos términos sí tienen un significado específico, para saber qué diferencia un vino Joven o Crianza de un Reserva o Gran Reserva.
De acuerdo a las reglas del Consejo Regulador de la Denominación de Origen Ribera del Duero, los vinos de esta D.O. se clasifican en:
• Joven: Vino sin permanencia en madera o con un paso por madera inferior a 12 meses. Se comercializa poco tiempo después de la vendimia.
• Crianza: Vino que ha permanecido un mínimo de 12 meses en barricas de roble. Se comercializa a partir del 1 de octubre del segundo año posterior a la vendimia.
• Reserva: Vino envejecido por 36 meses entre barrica y botella, con un mínimo de 12 meses en barrica. Se comercializa a partir del 1 de diciembre del tercer año posterior a la vendimia.
• Gran Reserva: Vino envejecido por 60 meses entre barrica y botella, con un mínimo de 24 meses en barrica y 36 en botella. Se comercializa a partir del 1 de diciembre del quinto año posterior a la vendimia.
Cabe destacar que no sólo basta con que la etiqueta del vino indique si es un vino Joven, Crianza, Reserva o Gran Reserva; cada botella de vino embotellada en el marco de la Denominación de Origen Ribera del Duero debe incluir una contraetiqueta numerada con el logo característico de su Consejo Regulador que garantice la autenticidad del vino y su clasificación.
Ahora, cuando bebas un vino Reserva de Chile o un Reserva Ribera del Duero sabrás que no son clasificados como tales siguiendo los mismos parámetros.
El autor es importador y distribuidor de vinos.
De acuerdo a las reglas del Consejo Regulador de la Denominación de Origen Ribera del Duero, los vinos de esta D.O. se clasifican en:
• Joven: Vino sin permanencia en madera o con un paso por madera inferior a 12 meses. Se comercializa poco tiempo después de la vendimia.
• Crianza: Vino que ha permanecido un mínimo de 12 meses en barricas de roble. Se comercializa a partir del 1 de octubre del segundo año posterior a la vendimia.
• Reserva: Vino envejecido por 36 meses entre barrica y botella, con un mínimo de 12 meses en barrica. Se comercializa a partir del 1 de diciembre del tercer año posterior a la vendimia.
• Gran Reserva: Vino envejecido por 60 meses entre barrica y botella, con un mínimo de 24 meses en barrica y 36 en botella. Se comercializa a partir del 1 de diciembre del quinto año posterior a la vendimia.
Cabe destacar que no sólo basta con que la etiqueta del vino indique si es un vino Joven, Crianza, Reserva o Gran Reserva; cada botella de vino embotellada en el marco de la Denominación de Origen Ribera del Duero debe incluir una contraetiqueta numerada con el logo característico de su Consejo Regulador que garantice la autenticidad del vino y su clasificación.
Ahora, cuando bebas un vino Reserva de Chile o un Reserva Ribera del Duero sabrás que no son clasificados como tales siguiendo los mismos parámetros.
El autor es importador y distribuidor de vinos.