Por una Quisqueya verde, viva y biodiversa
El Plan Quisqueya Verde debe adoptar la restauración ecológica como estrategia
Santo Domingo. "Restauración Ecológica" es la estrategia que ha venido a sustituir a la ya decrépita "reforestación". A diferencia de ésta, cuyo objetivo es plantar árboles exóticos de crecimiento rápido, la Restauración Ecológica es un proceso que se implementa para restablecer un ecosistema histórico nativo. Su objetivo es restaurar el ecosistema original que se trata de rehabilitar.
En un programa de restauración ecológica, un primer paso consiste en identificar, para luego suprimir o atenuar, los factores responsables de la degradación ambiental. Si no es posible controlar las causas originales de la degradación, la restauración es imposible. Si se quiere restaurar una laguna, por ejemplo, cuyas principales fuentes de degradación son la contaminación y el sobre pastoreo, lo primero que hay que hacer es controlar la fuente de contaminación y disminuir la cantidad de animales que pastan en la zona. Luego hay que definir los objetivos de la restauración y la forma en que será evaluada. Luego se desarrollarán las metodologías necesarias para alcanzar los objetivos e incorporarlas en las prácticas de manejo de dicho ecosistema.
Finalmente, hay que evaluar el éxito de la restauración y monitorearla, algo que casi nunca se hace cuando se "reforesta", a menos que el objetivo encubierto sea crear una plantación con fines comerciales, en cuyo caso el monitoreo consiste en eliminar sistemáticamente la vegetación nativa (arbustos, bejucos, etc.) que compite con los árboles plantados. En la mayoría de los casos de reforestación, sólo se sabe cuantos árboles se sembraron pero se ignora cuantos sobrevivieron y qué impacto tuvieron en la rehabilitación de los ecosistemas. Áreas degradadas por la minería se han tratado de rehabilitar con árboles exóticos de rápido crecimiento (pinos extranjeros, eucaliptos, casuarina), lo que agrava el problema, ya que dificulta la recuperación de las especies nativas. Por eso en ciertos casos es preferible no hacer nada y permitir la regeneración natural.
Como el objetivo de cualquier programa de rehabilitación de ecosistemas es la conservación de la biodiversidad, la restauración ecológica debe ser la estrategia que adopte el Plan Nacional Quisqueya Verde, aunque sea de manera parcial. En vez de reforestar un montón de zonas degradadas, debe concentrar sus esfuerzos en unas cuantas áreas específicas y tratar de restaurar sus ecosistemas. Da un poco más de trabajo pero los resultados son muchos más gratificantes incluso en términos políticos.
Podría comenzarse con la restauración de minas abandonadas, vertederos de basura clausurados y humedales. Convertir un vertedero en un bosque o en un hermoso parque, restaura el ecosistema y crea espacios nuevos para el disfrute y la educación de la gente. Con los humedales el impacto puede ser mayor y los resultados se observan en pocos meses. Si se restaura una laguna en un área urbana, en pocos meses tendremos un ecosistema vigoroso que funcionaría como refugio de vida silvestre y como centro de recreación y educación ambiental.
Sé que este tipo de programas cuentan, generalmente, con presupuestos precarios. Sin embargo, la restauración ecológica es la estrategia predominante en los países ricos y hay fondos disponibles para estos fines en diversos organismos internacionales. Además, los empresarios dominicanos han demostrado que son generosos cuando se trata de proyectos viables y serios, que les permiten promover sus empresas y contribuir a la conservación de nuestra naturaleza autóctona.
guerrero.simon@gmail.com
Como el objetivo de cualquier programa de rehabilitación de ecosistemas es la conservación de la biodiversidad, la restauración ecológica debe ser la estrategia que adopte el Plan Nacional Quisqueya Verde, aunque sea de manera parcial. En vez de reforestar un montón de zonas degradadas, debe concentrar sus esfuerzos en unas cuantas áreas específicas y tratar de restaurar sus ecosistemas. Da un poco más de trabajo pero los resultados son muchos más gratificantes incluso en términos políticos.
Podría comenzarse con la restauración de minas abandonadas, vertederos de basura clausurados y humedales. Convertir un vertedero en un bosque o en un hermoso parque, restaura el ecosistema y crea espacios nuevos para el disfrute y la educación de la gente. Con los humedales el impacto puede ser mayor y los resultados se observan en pocos meses. Si se restaura una laguna en un área urbana, en pocos meses tendremos un ecosistema vigoroso que funcionaría como refugio de vida silvestre y como centro de recreación y educación ambiental.
Sé que este tipo de programas cuentan, generalmente, con presupuestos precarios. Sin embargo, la restauración ecológica es la estrategia predominante en los países ricos y hay fondos disponibles para estos fines en diversos organismos internacionales. Además, los empresarios dominicanos han demostrado que son generosos cuando se trata de proyectos viables y serios, que les permiten promover sus empresas y contribuir a la conservación de nuestra naturaleza autóctona.
guerrero.simon@gmail.com
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