Semillas radiactivas para cáncer cerebral

Puede ser útil después de la extirpación.

SD. Aplicar radiación en el interior del cuerpo con semillas radiactivas puede ser útil en el tratamiento del cáncer de cerebro después de la extirpación del tumor. Este método primero hizo su aparición en el tratamiento del cáncer de la próstata y luego de seno. "Es ideal porque es capaz de administrarle radiación al área de donde se ha extraído el tumor, con un impacto mínimo en el resto de los tejidos del cerebro", explicó la doctora María Amalia Rodríguez, radióloga-oncóloga del South Miami Hospital.

Conocido como GliaSite, funciona de manera muy parecida al tratamiento de semillas radioactivas contra el cáncer de seno. Tras la extirpación del tumor se coloca un globito no inflado, conectado a un catéter, en la cavidad; el otro extremo se esconde bajo la piel de la cabeza. En cuanto el paciente se recobra de la cirugía -como a los tres días- el catéter permite llenar el globito con Iotrex líquido (una fuente de radiación específica para los tumores malignos) mezclado con solución salina. El mismo se queda en el lugar entre tres a siete días tras lo cual se extrae, se colapsa el globito y se extrae todo mediante una pequeña cirugía.

"A diferencia del tratamiento con el bisturí de rayos gamma o el cibernético, al paciente no hay que ponerle ningún marco en la cabeza. Además, esas otras tecnologías permiten un solo tratamiento a la vez, mientras que con el GliaSite se puede administrar radiación al paciente durante un período ininterrumpido de 4 a 5 días", observó la especialista.

La tecnología se usa para tumores primarios, pero según Rodríguez, cuyo hospital forma parte de la organización Baptist Health South Florida, "se ha comenzado a aplicar en metástasis del cerebro. Además, permite tratar tumores más grandes que los que se hace posible con los dos tipos de bisturí mencionados. Y aunque hasta ahora requiere la hospitalización, muy pronto será como terapia ambulante también".