"Sugar": una amarga historia

Sugar, la historia de los prospectos dominicanos en el béisbol de Estados Unidos.
SANTO DOMINGO. El béisbol es un deporte de masas que ha tenido una larga relación con el cine, muchas películas norteamericanas tienen como eje el deporte de la bola y bate. Dos de ellas resultaron memorables, "The natural" (1984) de Barry Levinson, con Robert Redford como protagonista y "The fan" (1996) de Tony Scott, cuyo papel principal lo interpretó Robert de Niro. Estas películas representan las dos perspectivas de interés para el relato cinematográfico, la del jugador y la del hincha.

Hasta antes de "Sugar", el conflicto más interesante que podía generar un jugador profesional era el dilema de la corrupción, perder el juego para ganar dinero, tal es el tema "The natural". Pero la película que hoy nos ocupa realizó un cambio importante en el énfasis de la mirada, no se interesó por el jugador exitoso, su personaje protagonista es un jugador fracasado. En todo sistema de selección de alta exigencia son pocos los que llegan a la meta, a ellos está dedicado este filme.

Una historia amarga

Miguel "Sugar' Santos es un aspirante o "prospecto" de jugador profesional. Nacido en San Pedro de Macorís, compite con otros jugadores dominicanos por un cupo en las ligas menores de los Estados Unidos, sueño de todo pelotero.

Logra su primera meta y debe entonces enfrentar al verdadero desafío de luchar contra jóvenes tan o más talentosos que él y tratar de adaptarse a un medio diferente, a otra cultura. Pero las exigencias son muchas, así como las tentaciones. "Sugar" se enfrenta al dilema de forzar su propio organismo para cumplir con las expectativas. Es la historia de muchos, incluso de quienes lograron el éxito a base de drogas legales e ilegales.

Un relato cuasi documental

Un sólido guión permite un limpio relato que se adentra en la intimidad de los personajes y su entorno. La casa a medio terminar para la madre, la novia que espera, los vestidores, las nuevas amistades y las restricciones que le plantea el país de acogida al protagonista, nos hablan de un mundo acaso nunca filmado.

Sorprende el resultado logrado con actores no profesionales, que son la mayoría en el filme, incluyendo a Algenis Pérez Soto, a cargo del protagonista. Filmada en San Pedro de Macorís, Iowa y Nueva York, en locaciones reales, es un relato que se acerca al cine documental, sin perder su esencia de ficción.

Ello es quizás su mayor virtud: extraer de la realidad una ficción, pero del todo representativa de un segmento de la sociedad dominicana. Todo un mérito si se considera que sus realizadores son norteamericanos.

El sueño y la realidad

Dice una regla de la comunicación audiovisual que nadie se reconoce en pantalla como realmente es; la percepción que tenemos de nosotros mismos siempre resultar estar por encima de lo que verdaderamente somos ante los demás.

Retratar cualquier sociedad exige considerar tal regla para que la identificación con el espectador resulte eficaz. Tal es el caso de este filme, que sin llegar a adulterar las formas logra calar profundo en una actividad deportiva que sostiene en gran medida el imaginario colectivo dominicano.

Esa combinación de sueño y realidad es una de las propiedades de lo cinematográfico y quienes consiguen la adecuada fórmula encuentran en el público la emoción y el aplauso.

Recomendable para aspirantes a peloteros, para sus padres y para todo aquél que sueña que su vida podría llegar a ser mejor más allá de los límites de la isla.

Ficha Técnica

"Sugar"


EE.UU. 2008.120 minutos.

Dirección y guión: Anna Boden y Ryan Fleck

Música : Michael Brook

Fotografía :Andrij Parekh

Intérpretes :

Algenis Pérez Soto, Rayniel Rufino, Andre Holland, Ann Whitney, Ellary Porterfield, Jaime Tirelli, José Rijo.