Elecciones de EEUU, claves para muchas cuestiones globales

En esta imagen de archivo del 4 de enero de 2020, manifestantes protestando contra un ataque aéreo estadounidense en Irak que mató al general de la Guardia Revolucionaria Iraní Qassem Soleimani, en Teherán, Irán. Cuatro años después de que la victoria electoral de Donald Trump replanteara la forma en la que muchos países interactúan con Estados Unidos, la senda que tome la mayor superpotencia del mundo tras sus elecciones presidenciales afectará a muchos temas de importancia geopolítica, en función de si el ganador resulta ser Trump o su rival demócrata, el ex vicepresidente Joe Biden. (AP Foto/Ebrahim Noroozi, Archivo)

Cuatro años después de que la victoria electoral de Donald Trump replanteara la forma en la que muchos países interactúan con Estados Unidos, la senda que tome la mayor superpotencia del mundo tras sus elecciones presidenciales afectará a muchos temas de importancia geopolítica, en función de si el ganador resulta ser Trump o su rival demócrata, el ex vicepresidente Joe Biden.

De Irán a Cuba, de China a Israel, la implicación e influencia política en el escenario internacional ha cambiado mucho desde que Trump asumió el cargo en 2017. Abandonó acuerdos con algunos países, se alejó de aliados tradicionales y abandonó obligaciones multilaterales que según dijo no servían a los intereses de Estados Unidos.

Aunque la comunidad internacional ha criticado en ocasiones la filosofía de “Estados Unidos primero” de Trump, plasmada en la respuesta del mandatario a la pandemia del coronavirus, siempre hubo lugares, temas y conflictos en los que la implicación estadounidense no siempre fue bien recibida, ya fuera con su predecesor, Barack Obama, o con otros mandatarios recientes.

Antes de la pandemia, a principios de 2020, la preocupación global más importante era si Washington y Teherán estaban al borde de una ruinosa guerra que convulsionaría Oriente Medio. Aunque ese riesgo ha remitido, hay mucha expectación por ver qué ocurre ahora, y quién vivirá en la Casa Blanca dentro de tres meses.

A continuación, un vistazo a algunas cuestiones clave que se verán determinadas en parte por quién gana la presidencia de Estados Unidos.

Geopolítica del virus

Acuerdos, aliados y adversarios

Trump ha hecho hincapié en alejarse del acuerdo nuclear firmado por Irán y varias potencias internacionales, que se cerró durante el gobierno de Obama. Lo describió como “el peor acuerdo de la historia” y se retiró, para entusiasmo de Israel y Arabia Saudí y espanto de otros. Después, Estados Unidos mató al militar más destacado de Irán, el general Qassem Soleimani, en Bagdad. Irán respondió con un ataque de misiles balísticos contra bases iraquíes que acogen tropas estadounidenses.

La decisión de Washington de incluir en una lista negra el sector financiero iraní, dentro de una amplia campaña de sanciones, marca el rumbo que seguiría Estados Unidos durante un segundo mandato de Trump. Biden, que fue vicepresidente de Obama, más propenso al multilateralismo, podría reconectar con aliados que se han opuesto abiertamente a la estrategia de Trump, y quizá incluso con Irán.

Cuando se trata del conflicto israelí-palestino, lo que Trump describió como el “acuerdo del siglo” no fue bien recibido por los palestinos cuando se presentó este año. El texto básicamente daba luz verde a que Israel se anexionara la ocupada Cisjordania, acababa con la idea de una solución de dos estados y trastocaba décadas de diplomacia oficial estadounidense en lo referente a los asentamientos. De modo que el primer ministro de Israel, Benjamin Netanyahu, será un mandatario que seguirá de cerca estas elecciones.

Las relaciones de Estados Unidos con la Unión Europea y la OTAN también han sido más accidentadas durante el gobierno de Trump. Muchos europeos y sus gobiernos siguen muy comprometidos con estos bloques multilaterales. Biden, heredero de una tradición de política exterior más alineada con otros líderes estadounidenses posteriores a la II Guerra Mundial, ha dicho que adoptaría una estrategia más conciliadora con sus viejos aliados.

Trump confiaba en que su impactante acercamiento hacia el líder norcoreano, Kim Jong Un, sería su legado en política exterior. Pero sus cumbres ofrecieron mucho espectáculo y ningún resultado tangible, al tiempo que daban a Kim algo del reconocimiento que buscaba. En los últimos meses se ha dado poca atención a ese esfuerzo, y si las políticas del pasado son un indicio, Biden no buscaría más cumbres.

Presencia militar de EEUU en el extranjero

Trump ha lamentado las “guerras infinitas” de Estados Unidos y prometido ponerles fin. Pero su reciente afirmación de que todas las tropas estadounidenses habrán salido de Afganistán para final de año tomó por sorpresa al Ejército estadounidense.

Las declaraciones de Trump preocuparon a diplomáticos y militares estadounidenses, algunos de los cuales señalaron que poner una fecha fija para la retirada podría impedir un acuerdo de paz entre el Talibán y el gobierno afgano. Biden señaló que las tropas debían retirarse de forma responsable y que debería quedar un contingente residual para combatir al extremismo.

Trump también ha reclamado que se saque a las tropas estadounidenses de Alemania, un país aliado donde llevan décadas, forzando al Pentágono a desarrollar un plan que costaría miles de millones de dólares y tardaría años en completarse. También se ha planteado una reducción de las tropas en Corea del Sur. Trump ha criticado a aliados a los que acusa de contribuir menos que Estados Unidos.

Hay pocos indicios de que Biden tendría la misma opinión.

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