Madre de adolescente dominicano asesinado en El Bronx tendrá que incinerar cadáver por falta de recursos para funeral

La madre del adolescente dominicano Armanis Valdez, de 17 años de edad y asesinado el sábado en la noche en medio de un cruento tiroteo detrás de un restaurante de la cadena McDonald´s en El Bronx, tendrá que incinerar el cadáver de su hijo único, debido a que no cuenta con los recursos para pagar el funeral y repatriar el cuerpo a la República Dominicana como es su deseo.

La señora Anabel Valdez dijo que además de su precaria situación económica está buscando respuestas sobre el asesinato de su hijo, pero la Policía cree que se trató de un enfrentamiento entre pandilleros rivales.

En la balacera otras cinco personas resultaron heridas. El sangriento incidente se produjo después de las 9:00 de la noche en el vecindario Claremont Park en la avenida Webster cuando un sujeto corriendo y armado abrió fuego y una de las balas impactó a Valdez en el pecho, cuando él estaba entre un grupo. La Policía dijo que el tirador se subió a un automóvil y huyó.

Armanis fue una de las 11 víctimas baleadas en ocho horas sangrientas en Nueva York el sábado.

“No tengo forma de pagar el funeral”, dijo la madre entre lágrimas en una entrevista con el tabloide New York Post. “Trabajo tres días a la semana en un salón de belleza. Eso no es suficiente“.

“Quiero incinerarlo, pero no tengo ayuda”, dijo en español. “Soy madre soltera”.

“No sé nada”, dijo su madre. “Todo lo que sé es lo que me dijo la Policía, que hubo un tiroteo. Hubo gente herida, pero le pegaron en el pecho y murió”.

Añadió que quiere que el asesino pague por lo que pasó. “Quiero justicia. No entiendo por qué lo mataron”.

La tía del adolescente fallecido, que se identificó como M. Valdez, dijo que era un aspirante a rapero y un chico hermoso.

“Estoy pasando por etapas de negación”, dijo llorando. “Era un chico hermoso, lleno de mucho amor. Tenía mucho talento. Quería convertirse en rapero”.

“Esta violencia armada tiene que terminar”, agregó diciendo que cuántos muertos más habrá porque ahora, la muerte de uno de los suyos llegó a su casa.

“Al final del día, seguirán llamando a las puertas de otras personas haciendo exactamente lo mismo porque sigue sucediendo. La gente no se detiene”, se lamentó la tía.

Los investigadores dijeron que revisan los videos de las cámaras de seguridad tanto del restaurante como de otros edificios del área, pero que todavía no hay un sospechoso ni arrestos.