Gigantes vencen a Tigres en el primer juego de una doble cartelera
Kelvin Gutiérrez jonrón y dos empujadas y Carlos Paulino con otras dos encabezan la ofensiva
Los Gigantes del Cibao derrotaron 6-5 la noche del martes a los Tigres del Licey en un partido en el que tuvieron que regresar de una temprana desventaja en el primero de una doble cartelera.
Kelvin Gutiérrez, gracias a un jonrón, y Carlos Paulino remolcaron cada uno dos carreras, en un partido que lució sería de un gran carreraje, luego de que los dos conjuntos desaprovecharan oportunidades para anotar con bases llenas.
En el tercero, los Gigantes fabricaron tres vueltas para descontar una diferencia de cuatro, gracias a un “balk” del relevista Jonthan Aro en el turno de Kelvin Gutiérrez, quien luego desapareció la pelota para poner el juego 5-4.
En el sexto, un "wild pitch" de Hansel Robles permitió a José Sirí anotar desde la antesala, lo que después resultó ser la carrera ganadora.
En el quinto, Carlos Paulino recibió, en conteo de 3-2, un boleto de Héctor Pérez, con las bases llenas, que provocó el empate después de dos outs y cuando parecía que, antes, Elniery García tenía salvada la situación después de una doble matanza.
Pérez ponchó a Iván Castillo para terminar el episodio y fue entonces cuando se ganó una expulsión por protestar al árbitro principal y acto seguido también fue mandado a las duchas, José Offerman. Pérez cuestionó la cuarta bola a Paulino.
El Licey (20-9) celebraría un segundo encuentro con los Gigantes (16-15), que siguen en tercer lugar.
Ganó Víctor Capellán (1-0, 3.12), perdió Frank Garcés (1-1, 5.79) y salvó Fernando Rodney (4) tras cerrar un noveno, en el que el Licey tuvo el empate en segunda con un out.
El juego fue detenido en el segundo episodio por algo más de una hora debido a una tenaz lluvia que afectó el desarrollo del juego en el Estadio Quisqueya-Juan Marichal. En ese instante, los Gigantes tenían las bases llenas y habían marcado una carrera, cuando habían producido cinco en la parte baja del primero.
La lluvia provocó la salida temprano de los lanzadores, aunque el abridor cibaeño Thomas Dorminy quizás ya había terminado su labor al tolerar las cinco anotaciones.
No fue lo mismo para Brooks Hall que alcanzó a tirar una y dos tercios, cuando entonces llegó la lluvia. Y fue Jonathan Aro quien se encargó del montículo para ponchar a José Sirí y cerrar el episodio.