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Katie Ledecky: “sólo me gusta nadar...rápido”; dijo la atleta después de establecer récord en 800 metros

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Katie Ledecky: “sólo me gusta nadar...rápido”; dijo la atleta después de establecer récord en 800 metros
Katie Ledecky llora después de recibir su medalla de oro de los 800 metros libres. (EFE/BERND THISSEN)

RÍO DE JANEIRO. La nadadora estadounidense Katie Ledecky se consagró como la reina de la natación de los Juegos de Río, tras colgarse este viernes su quinta medalla, la cuarta de oro, al imponerse en la final de los 800 libre con un nuevo récord mundial.

Ledecky, que firmó un tiempo de 8:04.79, rebajó en 1.89 segundos la plusmarca que ella misma poseía con un tiempo 8:06.68 desde el pasado mes de enero.

En el podio, la súper atleta Ledecky mostró su condición de mortal cuando lloró después de recibir su medalla.

Una marca que permitió a la norteamericana aventajar en 11.38 segundos a la británica Jazz Carlin, que se colgó la medalla de plata tras un emocionante duelo con la húngara Boglarka Kapas, que se resolvió a favor de la británica por sólo 20 centésimas.

Podio en el que no pudo entrar finalmente la española Mireia Belmonte, plata hace cuatro años tras Ledecky en Londres, y que se quedó a 2.18 segundos, pese a lograr su mejor marca personal

“Sólo me gusta nadar...... rápido, no pienso en la distancia”, una frase que explica mejor que nada la versatilidad de Ledecky, una nadadora capaz tanto de destrozar cualquier récord en las pruebas de fondo como de competir de tú a tú con las velocistas más rápidas del planeta.

Una versatilidad que permitió a Ledecky, de tan sólo 19 años, emular el viernes en Río la gesta protagonizada por una de las grandes leyendas de la natación mundial, su compatriota Debbie Meyer, en los Juegos Olímpicos de 1968, tras colgarse el oro en los 200, 400 y 800 libre.

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Infografía
Katie Ledecky mientras competía en los 800 metros libre el viernes 12 de agosto en los Juegos Olímpicos de Río el 12 de agosto. (AP/DMITRI LOVETSKY)

Triunfos, a los que sumar el oro conquistado en el 4x200 y la plata cosechada en el 4x100 libre en la ciudad brasileña, que magnifican la figura de una nadadora a la que día de hoy nadie se atreve a poner limites.

Ledecky es capaz de competir con las velocistas puras, como demuestran los 53.75 segundos que ha firmado este año en los 100 metros, así como de destrozar a la grandes fondistas, como atestigua el 15:25.48 que posee como récord del mundo en los 1.500 metros.

Un amplio abanico de pruebas que nadie podía prever que la estadounidense pudiera dominar, tras darse a conocer hace cuatro años como una excepcional fondista al colgarse, con apenas 15 años, en los Juegos Olímpicos de Londres.

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Infografía
La estadounidense Katie Ledecky posa con su medalla de oro tras la prueba femenina de los 800m libres en la competencia de natación de los Juegos Olímpicos Río 2016 en el Estadio Acuático Olímpico en Río de Janeiro. (EFE/LAVANDEIRA JR.)

Centrada hasta entonces en pulverizar una y otra vez los récords del Mundo de los 400, 800 y 1.500 libre, sorprendió el pasado verano cuando se atrevió a desafiar a las velocistas con su presencia en la prueba de los 200 metros en los Mundiales de Kazan (Rusia).

Un reto que Ledecky superó y con nota tras colgarse el oro ante especialistas como la italiana Federica Pellegrini o su compatriota Missy Franklin. Un triunfo que abrió una nueva dimensión en la carrera de la estadounidense.

Una carrera para la que la estadounidense parece haberse fijado un nuevo reto en los próximos años, ampliar su programa olímpico también a la prueba de los 100 libre.

Desafío titánico que permitiría a Katie Ledecky tratar de emular en los Juegos de Río a la australiana Shane Gould, que se colgó una medalla en cada una de las pruebas de estilo libre de los Juegos Olímpicos de Múnich 1972, y lograr subir en la capital japonesa al podio en los 100, 200, 400 y 800 libre.

Por Javier Villanueva

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