Industriales exigen sean retirados del mercado productos que no cumplan normas de calidad

El presidente de la Asociación de Industrias de la República Dominicana (AIRD), Celso Juan Marranzini, dijo este miércoles que productos que no cumplan las normas de calidad establecidas, sin importar su origen, deben ser devueltos de las aduanas del país y retirados de los puntos de venta antes de que sean una competencia desleal para los productos que las cumplen.

Enfatizó que no es posible permanecer en el mercado siendo exitosos si lo que se entrega y lo que se vive al interior de las empresas no está marcado por un constante empeño por la calidad.

“La alta calidad de un proceso, producto o servicio es una señal fundamental de una economía competitiva”, agregó Marranzini en el marco del Desayuno Temático “Sembrando Cultura-Calidad para el desarrollo de la industria y el comercio”, que ofreció la AIRD este miércoles.

Añadió que la adopción de un sistema de gestión de la calidad es una decisión estratégica de un país, sus instituciones públicas y sus empresas.

Detalló que son muy conocidos como ejemplos a seguir los de Estados Unidos, Japón, Alemania, España, entre otros, que indican que competitividad y calidad van de la mano.

“Un elemento importante es entender el valor de los instrumentos de regulación de calidad: normas, reglamentos técnicos, certificaciones, acreditaciones y servicios de metrología, nos ayudan a cumplir nuestras políticas de calidad, a medir resultados, a estar vigilantes de nuestros estándares y fomentar cada día mejores estándares de acuerdo a parámetros nacionales e internacionales. Nos ayudan también a contratar el personal que se requiere para estas tareas, a capacitarle y empoderarle de esta labor en las empresas”, argumentó el ejecutivo.

En ese sentido, Celso Juan Marranzini dijo que la República Dominicana ha dado pasos significativos de avance. Añadió que el Sistema Dominicano de la Calidad (Sidocal) es todo un sistema responsable de desarrollar esta cultura, de fomentarla, de fortalecerla. Así que de la fortaleza del trabajo del Sidocal y las instituciones que lo componen depende, en gran medida, de que se permanezca en esta ruta tan fundamental para la competitividad de la industria a nivel nacional e internacional.

“Desde la AIRD estamos convencidos de que trabajar constantemente a favor de incrementar nuestros parámetros de calidad es trabajar a favor de la competitividad de nuestras industrias tanto en el mercado interno como cara a las exportaciones”, precisó.

Marranzini dijo estar convencido de que el trabajo conjunto entre el sector público y el privado garantiza el éxito en esta dirección. “El Sidocal, por lo tanto, es un tema que compete a todos los actores involucrados en el desarrollo económico de nuestro país”.

Apuntó que sin consumo no hay industria, ni hay posibilidad de bienestar económico, ni siquiera de desarrollo social. “El consumidor no acepta menos que los más altos parámetros internacionales en la calidad de productos y servicios. Para permanecer en el mercado se deben cumplir estos parámetros”, dijjo.

En el desayuno temático ofrecido por la AIRD participaron como orador Pablo Pineda, quien es coordinador nacional del Sistema de Calidad de Guatemala, y un destacado grupo de panelistas: Juan Monegro, viceministro de Desarrollo Industrial del MICM; Manuel Guerrero, director general del Instituto Dominicano para la Calidad (Indocal), y Fernando Reyes, director ejecutivo del Organismo Dominicano de Acreditación (ODAC).

Juan Tomás Monegro, viceministro de Desarrollo Industrial del Ministerio de Industria, Comercio y Mipymes (MICM), al presentar el caso de República Dominicana, explicó que la dominicana es una economía de mercado, abierta, regida mayormente por la libre competencia y altamente expuesta al desafío global de la calidad.

Según el documento de la AIRD, Monegro afirmó que cada vez menos los consumidores de todas partes compran productos cuyos estándares de calidad no están asegurados.

Estableció un vínculo entre innovación y calidad y explicó que el Sidocal tiene por encargo facilitar ese vínculo con más y mejor normalización, metrología, ensayos, certificación, acreditación, evaluaciones de conformidad y prestación del servicio de vigilancia de mercado.

“La calidad es un derecho de sociedad; también, es un imperativo de economía. Es cuestión de asegurar la salud y preservar la vida de todo tipo, protección del medio ambiente y del planeta, asegurar juego limpio y transparente entre los agentes en el mercado, y es cuestión de construir confianza, seguridad, confiabilidad”, explicó Monegro.

Enfatizó que asumiendo el desafío de la calidad como cultura habrá ganancias para todos: “Las empresas, los consumidores, el planeta”.

Joaquín Caraballo

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Graduado en comunicación social en la Universidad O&M. Cursó un Máster en Comercio Internacional en el Centro Europeo de Postgrado CEUPE, tiene varios diplomados en economía, aduanas, sector eléctrico, impuestos y periodismo de investigación.