5 prácticas que debes cambiar para evitar el cabello partido
Una vez el pelo está quebrado no hay remedios caseros o productos costosos que valgan; de ahí la importancia de prevenir que esto suceda

No importa qué tanto cuides tu cabello, si está quebrado, siempre se verá descuidado. ¿Sabes que es lo peor del caso? que una vez el pelo está partido no hay remedios caseros o productos costosos que valgan, por lo que las únicas opciones que tienes son cortarlo para emparejar, con la cual seguro no estarás muy de acuerdo, o simplemente colmarte de paciencia y esperar a que crezca nuevamente. De ahí la importancia de prevenir que esto suceda. ¿Cómo? sustituyendo muchos de nuestras prácticas de belleza que, sin darnos cuenta, resultan nocivas para nuestra melena, por otras más saludables. Aquí te contamos.
No lo expongas al calor excesivo. Todas sabemos que el calor en exceso es uno de los peores enemigos del cabello, pero pocas estamos dispuestas a renunciar al salón de belleza. En ese caso, lo que debes hacer es cerciorarte de que la temperatura del secador y blower que usan en el centro de belleza que te arreglas es la adecuada, pues en muchos casos, para lograr el laceado perfecto, recurren a temperaturas exageradamente altas. Darte cuenta de si es demasiado caliente es sencillo: si el calor del secador te quema el cráneo y al pasarte el blower tu cabello termina botando humo, definitivamente está muy caliente. Recomiéndale o tu estilista ajustar la temperatura o considera la opción de cambiar de salón por el bien de tu cabellera.
Evita frotar y retorcer la toalla. Tanto en los salones de belleza como cuando lavamos nuestro cabello en casa tenemos el hábito de retirar el exceso de agua frotando la toalla. ¡Grave error! Las toallas de algodón, que son las que siempre usamos, estiran las fibras del cabello y le roban hidratación, lo que produce quiebres. En lugar de usar estas, lo más aconsejable es recurrir a camisetas de algodón o toallas de microfibra, evitando retorcer y apretar.
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Desenrédate cuando esté húmedo, y no mojado. Cuando el cabello está mojado, la fibra pierde su elasticidad, lo que lo hace más vulnerable a las agresiones externas. Por eso los profesionales del área recomiendan desenredar con él húmedo o ya seco. Para que haya menos quiebre, utiliza un peine de cerdas anchas, preferiblemente de madera, y aplica productos hidratantes previo al desenredado para suavizar y facilitar el trabajo.
Dile no a la decoloración. Cuando el cabello está maltratado, tiende a partirse fácilmente con los procesos químicos, sobre todo decoloraciones. Si estás pensando cambiar tu color de pelo a uno más claro, mejor recurre a aplicar el tinte sin decolorar. Aunque este proceso requiere paciencia, porque amerita varias aplicaciones de tinte hasta llegar al tono que deseas, vale la pena, porque estarás cuidando tu melena.
No abuses de los recogidos. En días de calor, es normal optar por recogernos el cabello en una cola o moño para evitar sudarlo. Sin embargo, como hemos dicho anteriormente, esta práctica puede llegar a ser muy dañina para nuestra salud capilar si abusamos de ella, apretamos las colas demasiado o usamos gomitas con bandas metálicas. La recomendación es que recurras a peinados que favorezcan a tu melena, como las trenzas, ya que estas evitan enredos.