Compartir
Secciones
Podcasts
Última Hora
Encuestas
Servicios
Plaza Libre
Efemérides
Cumpleaños
RSS
Horóscopos
Crucigrama
Herramientas
Más
Contáctanos
Sobre Diario Libre
Aviso Legal
Versión Impresa
versión impresa
Redes Sociales
Belleza

Aceites de belleza: ¿son realmente efectivos?

En pleno auge de la cosmética con ingredientes naturales, los aceites vegetales van ganando terreno a otro tipo de compuestos, pero ¿son realmente eficaces para cuidar piel y cabello?

Expandir imagen
Aceites de belleza: ¿son realmente efectivos?
Para la piel es importante la forma de uso de los aceites. (SHUTTERSTOCK)

Aceite de coco, de girasol, de ricino, de oliva, de jojoba, de rosa mosqueta... Son solo algunos de los tipos de aceites vegetales que lucen como reclamo en las etiquetas de los productos de higiene y belleza con los que cuidamos la piel y el cabello.

Pero, ¿son realmente beneficiosos? ¿No engrasarán más que ayudar? ¿Por qué son cada vez más recurrentes, sea o no natural la cosmética que los emplea? ¿Cuáles debo usar o evitar? ¿Cómo aplicarlos? Son algunas de las preguntas que surgen ante el “boom” de los aceites como elixires de belleza. A todas ellas responde Héctor Núñez, farmacéutico especializado en cosmética y dermofarmacia y popular en redes sociales como “@cosmetocritico”.

Beneficios y precauciones

Expandir imagen
Infografía
Glen Cocoa mascarilla facial con aceites y mantecas de Lush. (FUENTE EXTERNA)

“Los aceites vegetales aplicados de forma directa, aportarán semioclusividad, es decir una capa que evitará la pérdida transepidérmica de agua mejorando la hidratación de la piel”, comenta Núñez. El experto explica que “son un complemento no indispensable en la rutina, que pueden aportar beneficios a cada tipo de piel. Es decir, no es obligatorio usarlos y todo depende de lo que se busque”.

En líneas generales: “actúan como emolientes para la piel, haciendo que esté más suave, y aportan componentes presentes de forma natural en nuestra piel como ácidos grasos y triglicéridos”, indica. “Pero, ojo, esto también podemos conseguirlo con una crema, ya que pueden estar formuladas siendo la fase mayoritaria la lipídica” explica el farmacéutico, quien matiza que “incluir un aceite en la rutina puede ser buena idea en pieles muy secas, que no llegan a notar confort solo con su crema, y quieren ayudar a reponer esa falta lipídica”.

Por eso insiste en “que sea un aceite de uso cosmético. Así, lo más seguro es que se le hayan añadido antioxidantes para evitar su degradación y enranciamiento de las grasas, entrando dentro de la legislación de cosmético”.

Otro punto a tener en cuenta es “la forma de extracción del aceite, ya que dependiendo del proceso de extracción algunos componentes, como las vitaminas, pueden degradarse durante el proceso, pero eso solamente podemos saberlo consultando a la marca”, dice Núñez.

Aceites para el cabello

Expandir imagen
Infografía
Aceite para el cabello, a base de aceite de argán, de la firma Morocanoil. (FUENTE EXTERNA)

“En cuanto al uso de estos aceites de forma capilar su función es la de evitar el encrespamiento y suavizar la cutícula mejorando así el brillo”, explica Núñez, que ofrece ejemplos y opciones.

“Podemos optar por utilizar aceite de coco, ya que contiene triglicéridos compuestos por ácido láurico como ácido graso, lo que hace que estos triglicéridos tengan una mayor facilidad para penetrar en la fibra capilar por su menor peso molecular”, sugiere. Aunque, como siempre, hay que tener en cuenta las advertencias: “es importante anotar que es preferible no utilizar mantecas puras, ya que aumentan la fuerza que hay que aplicar durante el peinado favoreciendo así el daño en la fibra”.

Expandir imagen
Infografía
Aceite de coco 100% virgen de la marca dominicana Solococo. (FUENTE EXTERNA)

Además, “cabe recordar que los aceites puros pueden dejar el pelo apelmazado y grasiento, por lo que es mejor utilizar muy poca cantidad y reaplicar en caso de ser necesario”, avisa el especialista, quien también aclara que “pueden utilizarse como tratamiento pre y post lavado”.

“En uñas y cutículas la idea es la misma que en el cabello, relipidizar la superficie para mejorar la flexibilidad y el aspecto de la uña, creando una película más o menos impermeable evitando la hidratación excesiva de las proteínas por el agua, que puede debilitar su estructura”, añade Cosmetocrítico.

Aceites para cada rostro

Expandir imagen
Infografía
Ampollas reparadoras de aceite de rosa mosqueta, de Sesderma. (FUENTE EXTERNA)

“A la hora de la rutina facial con aceites, hay cosas a tener cuenta: es importante la forma de uso, poca cantidad, y mejor por la noche, por motivos estéticos”, dice Núñez, y añade que “en el caso de una piel muy seca puede ser mañana y noche, reaplicando en caso de necesidad”. “Pero recuerda que estás alterando tu protector solar, por lo que también tendrás que reaplicarlo”, advierte. ¿Y cuáles son mejores? De nuevo, depende de la necesidad, pero el experto da una vez más varias opciones.

“Por ejemplo, el aceite de soja es el más recomendable para pieles con manchas y que busquen mejorar arrugas y firmeza, ya que contiene genisteína e inhibidores específicos de proteasa, que evitan la transferencia del pigmento entre el melanocito y los queratinocitos”, explica.

Mientras tanto, recomienda “para pieles mixtas y grasas que quieran utilizar aceites, el de jojoba y, si existe tendencia acnéica, puede introducirse un aceite con alto contenido en ácido linoleico como los aceites de cártamo, rosa mosqueta o girasol”.

Asimismo, “para pieles sensibles podemos optar por un aceite rico en ácido gamma-linolénico, que es un precursor de compuestos con propiedades antiinflamatorias, por lo que ayuda a calmarlas, como el aceite de borraja”, explica.

“Otra opción para pieles secas y sensibles sería el aceite de rosa mosqueta que, aunque con menor contenido en gamma-linolénico, posee mayor contenido en vitamina E , dado que estas pieles tienen una producción sebácea menor”.

También para “no envejecer”

Expandir imagen
Infografía
Aceite a base de plantas de Clarins. (FUENTE EXTERNA)

Un rostro joven es la preocupación de muchas pieles y para ellas también hay aceites: “Para pieles secas con arrugas podemos utilizar el aceite de espino amarillo, con un alto contenido en omega 7 y elevada concentración de carotenoides, precursores del retinol y licopeno con gran capacidad antioxidante”, sugiere Núñez. “Pero si quiere mejorar sus arrugas, no se conforme solo con la cantidad de carotenos que pueda tener este aceite, ya que dependerá de muchos factores, desde su cultivo, recolección y método de extracción”, remarca, e insiste: “mejor introduzca un producto con retinol y utilice el aceite como complemento en su rutina”.

Y, una vez más, lo que sirve para una cosa (pelo) no tiene por qué valer en otra (piel), tal y como explica el experto: “Los dos aceites que, por norma general nunca aplicaría sobre la piel en su forma pura sin combinar con otros aceites, serían el de oliva, ya que a la larga pueden alterar la barrera cutánea, y el de coco, por su poder comedogénico”.

Expandir imagen
Infografía
Gel de ducha relajante con aceite de almendras de Yves Rocher. (FOTO CEDIDA)

“Por poner otro ejemplo, para el cuerpo en este caso, podemos mantener la piel elástica e hidratada con aceite de almendras, ya que existe algún estudio que demuestra un posible efecto aliviador del picor y que actúa sobre la progresión de las estrías”, dice.

“En conclusión, los aceites son siempre un complemento, sobre todo cuando lo que buscamos es una transformación de la piel”, remacha el especialista.

Texto: Nora Cifuentes

TEMAS -

Fehaciente, fidedigno y fácil. Agencia de noticias multimedia en español.