Los calendarios de adviento se trasladan al mundo de la belleza

Se acerca diciembre y llega la tradición de los calendarios de adviento, un juego, que antes era para niños con chocolatinas en cada casilla del día, pero que ahora las firmas de belleza han adoptado para acercar su mejor imagen al consumidor. Se trata de una versión reducida que sirve para escoger lo mejor de cada casa y luego decidir si se desea adquirir más. Una propuesta divertida que se concreta de formas variadas.

Parece que los calendarios de adviento provienen de una costumbre alemana del siglo XIX que comenzó cuando las familias pintaban 24 líneas de tiza en la puerta o en la pared para que los niños borrasen una por cada día que pasaba hasta llegar la Navidad y, a partir de ahí, se extendió por diferentes países.

Kiehl’s ha optado por un calendario de adviento de edición limitada, diseñado por la artista Maïté Franchi, en formato libro, en el que la marca de belleza incluye algunas de sus fórmulas para el cuidado de la piel con elementos cien por cien sostenibles y sin plásticos, con 24 sorpresas, entre ellas los "bestsellers" de la marca.

Reconectar con la naturaleza es lo que se propone L’Occitane con su calendario de adviento 2020, con el que pretende que el consumidor dé un paseo por la Provenza, la zona donde nacen sus productos. Dispone de varias opciones; el Premium con forma de joyero dice mucho de lo que se puede esperar en su interior para empezar con buena cara el año nuevo.

La firma Biotherm asegura que con la apertura de cada uno de los días de las casillas de su calendario la piel "experimentará una completa rutina de belleza, tanto facial como corporal". Por otro lado, Sephora Collection propone dos tipos de calendarios de adviento de 24 días, y de seis de Navidad a Reyes, en los que incluye productos de tratamiento facial, maquillaje, baño y accesorios, una manera amplia de concentrarse en la belleza personal.

EFE

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