4 recomendaciones para vencer el miedo a hablar en público
Por lo general los pensamientos negativos que te arropan son cosas de tu imaginación, y no de tu realidad
Aris Abreu
Antes de pensar en métodos y técnicas para poder hablar en público y tener éxito, debes identificar qué cosas son las que te paralizan y no te permiten tener una presentación magistral. Como es lógico, las razones que cada persona tenga dependerá de muchos factores.
Es posible que lo que te esté paralizando sea una de estas razones: te auto evalúas negativamente, cuando te encuentras frente a oyentes con más poder de decisión o más competentes en algún aspecto te asustas, la ansiedad sobreviene cuando estás frente a extraños, cuando se trata de un público numeroso o cuando estas con un público con un alto nivel intelectual.
Cualquiera que sea la situación, el paso siguiente es valorar hasta qué punto estás dispuesto a probar y demostrar que los pensamientos negativos y predicciones que te arropan son cosas de tu imaginación, y no de tu realidad.
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Ahora te explicaremos lo que debes hacer para hablar en público y no morir de miedo en el intento:
Llega al límite de tu imaginación
La mejor terapia para el miedo es darle su espacio. Para evitar que aparezca descontroladamente en el peor momento, por lo que es recomendable esperar 5 minutos disparando tu imaginación, pensando en lo peor que podría llegar a pasar, provocando un terror que te arrope. Te puede parecer sorprendente, pero vas a comprobar que tu imaginación es parte de tu fantasía producto del miedo, y no de tu realidad.
Sé amable contigo
Necesitas hacer un análisis de valoración que te recuerde lo grandioso que eres. No es ego, es valoración a los conocimientos que has alcanzado y eres el responsable de darlo a conocer. Valorarte hará que te sientas seguro y salgas a hacer lo que tienes que hacer, con todo y miedo.
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Haz un análisis de las consecuencias
¿Qué pasa si todo sale bien? Debes de estar consciente que lo peor que puede pasar es que no lo hagas por miedo. Ya existen millones de personas que no lo hacen por esa razón y tú necesitas pertenecer a quienes lo hacen y punto. Lo mejor que puede pasar es que conectes con más personas, reafirmes tus argumentos y te continúes capacitando para continuar.
No es tu culpa
Los demás tienen sus propias creencias y tú no estás para obligar a nadie a que sostenga la tuya. Así que no es tu culpa, ni es culpa de los demás, tú trabajo es salir y presentar tus conocimientos con una preparación anticipada.
Por lo que es una justificación no hacerlo por miedo.
Aris AbreuPeriodista, copywriter y gestora editorial. Me gusta aprender y compartir lo aprendido de una manera sencilla y práctica
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