Color... colonial
Parecía que había desaparecido, pero el mueble colonial sigue muy presente en la decoración, llenando de color todos los complementos que le rodean.
EFE
Cálido, potente, el mueble colonial sigue muy presente en la decoración de salones, dormitorios o cocinas, aunque ya no siempre provienen de Asia, el estilo y las características permanecen intactas.
La firma PortobelloStreet ha apostado por este tipo de decoración y presenta una colección de muebles de estilo colonial que, combinados con colores intensos, aportan sensación de calidez y optimismo, tanto como las ganas de sentarse a charlar o a leer un libro. “Nuestra intención es conseguir ambientes que prácticos, actuales, llenos de vida”.
Encaje entre confort y estilo ecléctico
Una propuesta que se concentra en mesas de madera sólida que combinan con sillas variadas y cojines de colores y, como complemento, una divertida alfombra en los pies que ofrece una imagen de comedor muy vivido, en el que no solo se almuerza y se cena, mostrando un espacio en el que confort llama la atención.
“Los muebles están fabricados en madera de sheesham (del árbol sisu), considerada una de las más duras y nobles, de acabado natural, con una clara inspiración colonial, con tintes atemporales que combinan con piezas de otros estilos decorativos”, comentan los interioristas de la firma.
Los aparadores y las repisas sirven como lugar ideal para poner libros o como espacio perfecto para poner cuadros y recuerdos, con algunos de los complementos más habituales.
“La clave está en conseguir que muebles, aparentemente densos, se combinen con complementos que no lo son tanto, como cojines de colores o mecedoras con pespuntes, para que el ambiente sea un encaje perfecto entre confort y un estilo ecléctico”, indican.
También en el trabajo
El mobiliario de despacho tampoco se escapa a esta tendencia. Un lugar en el que impera el sentido práctico y la necesidad de orden, pero sin renunciar al estilo.
Cubos de madera apilables fijados en la pared o bien superpuestos en el suelo, pueden ser una opción ideal para conseguir establecer un espíritu eminentemente de oficina, en el que se diluye, de manera drástica, la frialdad que a veces transmite un espacio de trabajo.
Las lámparas son también otro de los complementos a tener en cuenta, donde la caña o el hilo trenzado juegan un papel principal.
Banak Importa, una de las empresas de estilo colonial más representativas apuesta por un concepto integral de decoración “para adaptarla a las necesidades de cada cliente”, indican desde la firma.
Estilos naturales, más nórdicos, con un toque bohemio, donde las línea rectas son las que marcan el paso a un mobiliario en el que el tono tostado de madera oscura ya no es el rey y el blanco inmaculado, con un toque industrial, es el que copa el espacio de dormitorios con mesitas, cómodas y cabeceros.
“Para nosotros cada proyecto es único y lo afrontamos con la responsabilidad que supone el hecho de saber que una persona nos ha elegido para formar parte de su vida, de su día a día, a través de la decoración de su hogar, su lugar favorito del mundo. Por ello, nuestra motivación es crear el hogar con el que nuestro cliente sueña”, explica Ruth Ros, directora de comunicación Banak Importa.
“Nuestro objetivo es que cada pequeño detalle, por insignificante que parezca, es primordial para conseguir un hogar cálido y confortable, fiel a los gustos de sus propietarios”, apunta Carolina Calvo, directora de estilismo de la marca, quien concluye que cada vivienda debe tener coherencia y el reto de cada hogar es “siempre lograr impregnar cada proyecto con la personalidad y los gustos de sus propietarios”.
Texto: Inmaculada Tapia
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