Cómo curar la gripe
Las soluciones son tan sencillas que tienden a pasarse por alto
Dice el refrán popular que es mejor prevenir que curar y el caso de la gripe no es una excepción.
Los expertos señalan que las campañas de vacunación son fundamentales para proteger, sobre todo, a los grupos de riesgo, como los ancianos. Se considera imprescindible la vacunación de los mayores de 60 años y del personal sanitario. Si bien es un sistema de prevención eficaz, no es un método 100% efectivo. Se puede contraer una gripe habiendo recibido la vacuna.
La Sociedad Española de Neumología y Cirugía Torácica (SEPAR) indica que su efectividad suele ser del 40%, pero no es una vacuna absoluta. El virus de la gripe tiene una gran capacidad de mutación.
Cada persona infectada puede llegar a contagiar de media a 1.5 personas más. Y los niños son el vector más proclive a expandir el virus, ya que tienen una capacidad más alta de segregar virus por un periodo más prolongado de tiempo.
Si no se llega a tiempo con la profilaxis y, siempre que sea posible, la mejor solución para la gripe es el viejo remedio de cama y descanso, así como beber muchos líquidos para evitar la deshidratación.
Si no es posible, en la farmacia puedes encontrar remedios que ayuden a sobrellevar los síntomas. Recuerda que la gripe es una enfermedad vírica, por lo que los antibióticos quedan fuera de la ecuación.
Los antipiréticos, analgésicos, antitusivos y expectorantes actúan sobre los síntomas. No atajan la raíz del problema, por lo que no hace que la curación sea más rápida, pero ayuda a sobrellevar la dolencia.