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Cuba conectada

Cuba, uno de los países más desconectados del mundo, anunció que para final de año, ofrecerá acceso a internet desde el hogar.

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Cuba conectada

Cuba, uno de los países más desconectados del mundo, anunció que para final de año ofrecerá acceso a internet desde el hogar en todas las provincias de la isla, un avance ansiado por los cubanos, cansados de conectarse incómodamente y sin ninguna intimidad desde zonas wifi públicas.

El monopolio estatal de las telecomunicaciones, Etecsa, avanzó esta semana que ampliará a toda la isla un servicio que en otros países existe desde hace más de dos décadas y que hasta ahora en Cuba solo funcionaba experimentalmente en algunas zonas de La Habana.

Inicialmente será en 16 barrios o consejos de 5 provincias donde se podrá contratar el llamado “Nauta Hogar”, y paulatinamente se extenderá al resto de un país que el año pasado contaba con 403 usuarios conectados por cada 1.000 habitantes, según datos oficiales.

Sin embargo, el tiempo y la velocidad de conexión aún quedan muy por detrás de los estándares internacionales, y las tarifas no están tampoco al alcance del salario medio de 29,6 dólares que cobra un trabajador estatal, que son la mayoría en Cuba.

Los cubanos podrán contratar paquetes de 30 horas de conexión con una velocidad de 1 a 4 megabytes por los que pagarán entre 15 y 70 CUC (equivalente al dólar). Cada hora adicional de conexión una vez superadas las 30 horas se cobra a 2 CUC, por lo que una persona que quiera pagar un consumo de “tarifa plana” y tener conexión las 24 horas del día -el acceso estándar más extendido en el mundo- debería desembolsar más de 1.000 CUC mensuales.

Aún así, la noticia supone un paso de gigante en un país en el que hasta este año la población tenía prohibido el acceso a internet desde sus casas, salvo en el caso de los extranjeros y de contadas autorizaciones del Gobierno para profesionales y funcionarios de alto rango.

Ver a docenas de personas apiñadas en esos parques, sentadas en bordillos, en el suelo o recostadas en árboles y cercas se volvió una estampa habitual en La Habana que se fue extendiendo al resto del país a medida que se ampliaban las zonas wifi.

De hecho, muchos cubanos no supieron lo que era conectarse a la red hasta que en julio del 2015 comenzaron a funcionar en parques y plazas la isla áreas wifi públicas, con tarifas de conexión de 2,5 CUC por hora que posteriormente bajaron a 1,5 CUC.

Como habitual es escuchar sus quejas por la incomodidad y la ausencia de privacidad a la hora de navegar y, sobre todo, de hablar por videoconferencia con los seres queridos que se marcharon de Cuba, que es uno de los principales usos que se le da a internet en la isla.

Aún así, el cubano de a pie llegó a tenerlo aún más difícil antes de las zonas wifi. Para acceder a internet era necesario acudir a una sala de navegación oficial con tarifas de 4,5 CUC la hora y donde el acceso a la red tenía restricciones.

Antes de eso, los hoteles eran el único reducto conectado en la isla y los precios, estratosféricos. Por eso, la medida anunciada esta semana se puede considerar un paso de gigante: en poco más de dos años se ha pasado de las colas en la fría sala de navegación a la zona wifi y de ahí al internet en casa.

En la actualidad funcionan 1.006 puntos de conexión en la isla, entre áreas wifi y salas de navegación. Además, el anuncio de Etecsa llega en un momento en que la población comenzaba a mostrarse descorazonada por los pocos avances tangibles en materia tecnológica logrados desde el deshielo con Estados Unidos iniciado a finales de 2014.

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