Rusia se negó a informar a Comité de ONU sobre sus acciones contra ucranianos
El Gobierno ruso envió una delegación a las sesiones en las que el órgano de la ONU
EFE
Rusia se negó a dar información al Comité de la ONU contra la Discriminación Racial sobre las violaciones de los derechos humanos de la población ucraniana como consecuencia de sus acciones armadas, sobre la deportación de niños ucranianos a territorio ruso o la situación de la minoría musulmana tártara en Crimea.
El informe que ha hecho público hoy ese Comité confirma la negativa de la delegación rusa que asistió a las reuniones con sus miembros en Ginebra a proveer informaciones o a responder a preguntas relativas a esos abusos.
En un singular gesto de apertura, el Gobierno ruso envió una delegación a las sesiones en las que el órgano de la ONU (12 y 13 de abril pasado) evaluó el informe periódico del país sobre su cumplimiento de la Convención Internacional contra la Discriminación Racial, una norma que ha reconocido y aceptado.
No obstante, sobre los asuntos más polémicos y en particular sobre las violaciones de los derechos humanos en Ucrania -documentadas por la ONU y otras instancias independientes- se negó a dar explicaciones, confirmó en una rueda de prensa Mehrdad Payahdeh, miembro del Comité.
El informe expone el alcance de la propagación de estereotipos racistas y de la incitación a la violencia racial contra ucranianos, en particular a través de medios de comunicación de propiedad del Estado, así como por internet, redes sociales, personalidades y figuras del gobierno, sin que las autoridades rusas haya hecho ningún esfuerzo por detener estos comportamientos.
Estas prácticas afectan igualmente a minorías raciales, incluidos inmigrantes y pueblos indígenas.
El Comité ha pedido a Rusia que detenga de inmediato la movilización y el reclutamiento forzados tanto en su territorio como en los territorios ajenos que controla.
Tras aclarar que comparte la posición de que la anexión de la península de Crimea es ilegal de acuerdo al derecho internacional, el Comité se refirió a los abusos que sufre la comunidad tártara en esta zona, que es víctima de raptos, desapariciones forzadas, detenciones arbitrarias, malos tratos y deportación forzada a territorio ruso.
Mencionó también la destrucción de herencia cultural tártara y los obstáculos que se han erigido para que esta minoría pueda estudiar en su propia lengua o en ucraniano, como ocurría antes de la anexión.
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