Ministro de Defensa ruso supervisa la marcha de la producción de armamento
Shoigú inspeccionó tanto la capacidad de producción de las factorías como el resultado final
EFE
El ministro de Defensa de Rusia, Serguéi Shoigú, supervisó hoy personalmente la marcha de la producción de armamento en las fábricas militares de las regiones de Kírovsk, en el curso medio del Volga, y Cheliabinsk (Urales).
Shoigú inspeccionó tanto la capacidad de producción de las factorías como el resultado final, destinado a la campaña militar rusa en Ucrania, informó el ministerio en un comunicado.
Según la fuente, el ministro comprobó la producción automatizada de piezas de artillería, tanques, misiles para aviones y proyectiles de diferente calibre.
Los jefes de las factorías informaron a Shoigú sobre el cumplimiento de los pedidos del ejército ruso, además de las medidas para modernizar sus empresas y acelerar tanto la producción como la productividad laboral.
El comunicado castrense destacó que la industria militar rusa ha aumentado notablemente la producción de munición, volumen que se incrementará "7-8 veces más" antes de finales de este año.
Con todo, Shoigú ordenó seguir incrementando la producción en línea con los estrictos plazos marcados por el Ministerio de Defensa.
El fin de semana, el presidente ruso, Vladímir Putin, aseguró que, aunque la Unión Europea haya aprobado el suministro de un millón de proyectiles para Kiev, la industria militar rusa triplicó sobradamente la producción de munición en los últimos meses.
Además, pronosticó que los países de la OTAN no podrán mantener el ritmo de producción de armamento convencional de Rusia, que producirá y modernizará este año 1.600 tanques, comparados con los más de 400 que recibirá Kiev de los aliados.
Mientras, el subjefe de la Comisión de la Industria Militar, el expresidente Dmitri Medvédev, tuvo que rescatar un mensaje del líder soviético Iósif Stalin durante la Segunda Guerra Mundial para arengar a la industria militar con un llamamiento a incrementar la producción armamentista.
Medvédev leyó el telegrama de Stalin: "Les pido que cumplan de manera honesta y dentro de los plazos los pedidos sobre el suministro de los cascos de los tanques para la fábrica de tractores de Cheliabinsk. Ahora, pido y espero que cumplan con su deber ante la patria".
"Dentro de unos días, si se demuestra que ustedes han infringido su deber ante la patria, comenzaré a aniquilarles como criminales que menosprecian el honor y los intereses de su patria. No se puede permitir que nuestros soldados sufran en el frente de escasez de tanques, mientras lejos en la retaguardia se remolonea y vaguea", añadió.
Medvédev lleva meses asegurando que Rusia cuenta con "suficiente munición" y que la industria militar ha incrementado hasta diez veces su ritmo de producción en algunas factorías, aunque la inteligencia occidental y ucraniana dice todo lo contrario, especialmente en lo que se refiere a misiles de crucero Kalibr y los misiles Iskander.
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