Ejército de Sudán congela cuentas bancarias de las FAR en medio de negociaciones de tregua
Sostienen que el objetivo de esta medida es "impedir el desembolso de los derechos o presupuestos que les hayan asignado"
EFE
El líder del Ejército de Sudán, general Abdelfatah al Burhan, emitió hoy una orden para congelar las cuentas bancarias del poderoso grupo paramilitar Fuerzas de Apoyo Rápido (FAR), en medio de negociaciones para la entrada de ayuda humanitaria al país y para alcanzar una nueva tregua.
Según un comunicado castrense, Al Burhan emitió "la decisión de congelar las cuentas de las FAR y de sus empresas en todos los bancos de Sudán y sus sucursales en el extranjero", con el objetivo de "impedir el desembolso de los derechos o presupuestos que les hayan asignado".
La nota no ofreció más detalles sobre las implicaciones de esta decisión, que se produce en la víspera de que se cumpla un mes desde que se iniciaran los combates entre los bandos en el país africano, que se han saldado ya con más de 600 muertos y más de 5,000 heridos, de acuerdo con la ONU.
A parte de la campaña militar, el Ejército ya disolvió a las FAR como organización, mientras que también congeló el pago de los salarios de los paramilitares, que dependían de las Fuerzas Armada.
La decisión también ha tenido lugar pocos días después de que un alto oficial del Ejército denunciara la existencia de grupos como Wagner que apoyan a los paramilitares en el conflicto, mientras que los paramilitares también estarían recibiendo munición por parte del hombre fuerte de Libia, Jalifa Haftar.
La congelación de fondos de las FAR se suma de esta forma a una orden ejecutiva emitida por la Administración de Estados Unidos el pasado 3 de mayo, que dicta una "imposición de sanciones a ciertas personas que desestabilizan Sudán y socavan el objetivo de una transición democrática".
La orden estipula, entre otras cosas, el bloqueo de las propiedades de personas relacionadas con el conflicto en la región occidental de Darfur, escenario entre 2003 y 2008 de una cruenta guerra de tintes étnicos en la que las milicias Yanyauid -de la que se creó a las FAR- cometieron crímenes de lesa humanidad.
Sin embargo, este paquete de sanciones no establece acciones concretas contra las partes enfrentadas en Sudán, puesto que no impone un bloqueo de capitales o la congelación de transacciones que impedirían a Al Burhan o al líder de las FAR, Mohamed Hamdan Dagalo, reabastecerse de armas o pagar a sus soldados, además de ejercer presión para que ambos se sienten a dialogar.
Emisarios de ambos bandos se encuentran actualmente en Yeda, Arabia Saudí, para negociar un alto el fuego de diez días después de que firmaran un acuerdo de principios para permitir el flujo de ayuda humanitaria y la protección de los civiles.
Hasta el momento, el conflicto ha provocado el desplazamiento interno de 700,000 sudaneses, mientras que otros más de 200,000 se han visto obligados a huir hacia alguno de los siete países fronterizos con Sudán.
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