Un presidente pasivo
Los últimos acontecimientos ocurridos de linchamientos, de policías asesinados a manos de criminales, turistas, ciudadanas y ciudadanos víctimas de robo que también han sido asesinados, son una clara señal de que el Ministerio Público y la Policía están haciendo un flaco servicio a la sociedad. El primero, porque sus fiscales preparan expedientes anémicos y hasta sin los requerimientos básicos para sustentar una acusación. ¿Desconocimiento? ¿Lo hacen adrede? No sabemos... Lo que sí sabemos es que por esa situación andan sueltos delincuentes que debieran estar en prisión, abogados que se prestan a representar a esos antisociales y que saben que retornan a las calles a delinquir. Y, es que pensándolo bien... es un negocio redondo.
El segundo: la policía, que con sus bajos salarios se dejan engatusar por las mieles del pago por lo mal hecho, que rompen sus propias reglas y venden hasta su conciencia a cambio del pago para soltar a los delincuentes desde el mismo destacamento donde están detenidos, y no llegan a ser traducidos a la justicia.
Luego está, para completar la amenaza constante a nuestra paz, una gran cantidad de indocumentados que no sabemos quienes son y que, al delinquir, es difícil seguirle el rastro. Presidente, hay una creciente inseguridad ciudadana justo frente a sus narices. A cualquiera le da el olor... Basta ver las noticias: gran parte de la población se siente atemorizada por la inseguridad ciudadana. Por favor no sea tan pasivo, tome las riendas del asunto y ya no estemos pasando paños tibios a situaciones que hay que echarle el caldero de agua caliente arriba...
Jenny Beltré
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