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La poca actividad física, “otro asesino silente”

Los adultos entre 18 y 65 años, necesitan alcanzar tiempos de 150 a 300 minutos por semana de ejercicio cardiovascular

En medicina le llamamos popularmente “el asesino silente” a los niveles de presión arterial elevados que conocemos como hipertensión. Le nombramos así, porque no te das cuenta, no sientes ningún síntoma o aviso y podrías sufrir alguna complicación o muerte por un descontrol importante de la presión arterial.

Podríamos decir que sucede algo similar con las personas que no se ejercitan, también llamadas sedentarias. Algunas están delgadas, otras en sobrepeso y el no hacer ejercicio pareciera no ser un problema porque no sienten ninguna molestia, dolor o aviso que les invite a pensar que hacer ejercicio físico podría tener un impacto positivo.

Resulta muy significativa la abundancia de evidencia científica que asegura que realizar actividad física está asociada con una larga vida, retrasando más de 40 enfermedades crónicas no transmisibles (ej. la diabetes).

Sin embargo, esta información es algo que vemos y escuchamos con regularidad a pesar de que las estadísticas siguen siendo alarmantes, con hasta más de un 50% de la población sedentaria.

Actualmente las recomendaciones de la Organización Mundial de la Salud establecen tiempos de ejercicio dependiendo del grupo de edad, prestando atención a nuestros niños que desde el primer año debe realizar actividad física y menos tiempo en las pantallas.

De igual forma, los adultos entre 18 y 65 años, necesitan alcanzar tiempos de 150 a 300 minutos por semana de ejercicio cardiovascular de intensidad moderada o vigorosa junto a ejercicios de fortalecimiento muscular al menos dos o tres veces por semana.

Estamos subestimando el rol del músculo en nuestro pronóstico de vida, siendo un parámetro poco medido en consulta y al que apelamos a fortalecer en etapas muy avanzadas (en la vejez) donde construir este tejido resulta ya una tarea más difícil.

Desde hoy podríamos realizar cambios, buscando en nuestra apretada agenda ese espacio que necesitamos para ser consistentes en el ejercicio. Nos dará mucha satisfacción ver los resultados inmediatos en nuestra salud mental y los que resultan a mediano y largo plazo con nuestro peso corporal y prevención de enfermedades.

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Dra. Erika Pérez-Lara Doctora en Medicina. Especialidad en Nutriología Clínica en INTEC. Master en Nutrición y Alimentación en Universidad de Barcelona (UB).