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Diccionario Franklin de literatura dominicana

En 2004 Franklin Gutiérrez empezó la publicación de su direccionario de la literatura dominicana

En 2004, Franklin Gutiérrez inició la tarea de publicación de un diccionario dedicado a la literatura dominicana. Era el resultado de intensos años de investigación, anotaciones, comprobaciones biobibliográficas y localización de datos que permitiesen mostrar una obra confiable y lo más abarcadora posible sobre el discurrir de la literatura nuestra y los  protagonistas de sus distintas épocas.

Para entonces, Gutiérrez incluyó a 330 autores, a más de 50 términos que reúnen notas y definiciones de momentos de gran relieve en la historia de la literatura dominicana. De esa primera edición del Diccionario Franklin, han pasado ya 19 años (Editora Búho, 2004). Pero, apenas seis años más tarde, mientras Gutiérrez seguía trabajando sin descanso para ampliar su libro, publica una segunda edición (Ministerio de Cultura, 2010), pasando de las 496 páginas de la primera a 750 páginas. Integra 40 nuevos autores, los aspectos relacionados con la historia de la literatura dominicana, y no solo con los escritores, pasan de 50 a 65, crecen las entradas de bibliografía activa y pasiva, así como la cantidad de fotografías de escritores, libros, revistas literarias. En fin, el caudal informativo aumenta y la obra adquiere desde ya una dimensión relevante, no sólo por su amplitud, sino también por la importancia que adquiere la misma como vehículo de consulta y, en otra medida, de configuración del cuadro de escritores que merecieron ser insertados en esta obra única.

Desde la primera edición, Gutiérrez había dejado sentado su criterio para seleccionar a los autores. Y fueron los siguientes: los escritores que aparecen en este diccionario “poseen una obra alta o notablemente representativa; son escritores que han hecho de su labor un oficio permanente, salvo escritores que, con un solo libro, han trascendido en la historia de la literatura dominicana; muchos han obtenido premios nacionales e internacionales; y su obra ha merecido comentarios críticos en la prensa local o extranjera”. Y en este último caso, como lo ha dejado claro en su tercera edición, solo ingresan al Diccionario Franklin los autores que posean una bibliografía pasiva, o sea que hayan sido objeto de estudio, reseña o valoración de parte de críticos, escritores diversos y periodistas culturales. Autor que no posea bibliografía pasiva no se integra a este diccionario. Es un criterio de selección del autor muy correcto, porque de otro modo el diccionario terminaría siendo un simple fichaje de todo el que publica libros en República Dominicana, algunos de los cuales no son propiamente escritores, o no lo son de oficio.

Trece años después de aquella primera edición, Franklin Gutiérrez entrega la tercera, y quizás la definitiva, de este gran diccionario, que de las 500 páginas de la edición que inauguraba este periplo contributivo al conocimiento directo de los escritores dominicanos más activos y de obra más resaltante, ha pasado a 1,088, con 20,700 entradas bibliográficas (activas y pasivas); 466 autores con sus fichas biobibliográficas  (132 más que la primera edición y 92 más que la segunda); 65 definiciones para conocer y comprender las distintas etapas de nuestra historia literaria; un índice de términos literarios y, de modo especial, incluye un apéndice con 36 escritores extranjeros que han dedicado estudios a la literatura dominicana, lo que constituye un acto de justicia cultural que nunca antes se había hecho en libro alguno. Los autores que se han ocupado de nuestra literatura proceden de Argentina (5), Espa­ña (7), Cuba (5), Puerto Rico (5, Estados Unidos (2), Chile (2), Francia (2), Italia (2), y con un representante Perú, Colombia, Bélgica, Alemania, Rumania y Holanda. Nos alegra saber que, por primera vez, se reconoce la labor de difusión de nuestra literatura que han realizado escritores y críticos de la talla del argentino Enrique Anderson Imbert, el puertorriqueño Efraín Barradas, el cubano Carlos Ardavín (cuya obra dominicana es cuantiosa e incluye un diccionario personal de literatura dominicana), la también argentina Nina Bruni, el ítalo-puertorriqueño Giovanni di Pietro, la belga Rita de Maeseneer, y una inolvidable, la argentina María del Carmen Prosdocimi de Rivera, entre otros muchos. Pronto habrá que escribir en alguna parte o decirlo a viva voz que, hoy en día, tenemos más autores sudamericanos que se interesan en aspectos específicos de la literatura dominicana, así como europeos y, hasta, africanos. Se va por buen camino, sin dudas.

El Diccionario Gutiérrez, que es biobibliográfico y terminológico, se une a la corriente -por llamarlo de alguna manera- de diccionarios de autores que existen en muchas partes del mundo, y que resultan tan vitales a la hora de buscar un dato, confirmar alguna fecha, elaborar una ficha bibliográfica segura, o, simplemente, confirmar detalles relacionados con el discurrir de la literatura (movimientos, generaciones y tendencias literarias, entre otros aspectos) y con la misma vida y obra de los escritores seleccionados.

Este “gran diccionario”, como lo ha calificado el propio autor, tiene una finalidad didáctica muy clara, y constituye el acervo referencial mayor de nuestra literatura. Se caracteriza por su rigurosidad investigativa y por el hecho de establecer que, para estar en el diccionario, la producción de cada autor ha debido merecer “atención continua” de la crítica local o extranjera en medios de comunicación o en libros (que es lo que el autor coloca bajo la columna de bibliografía pasiva).  No es cosa de integrar a  toda persona que haya publicado un libro, lo cual, examinándolo desde otro ángulo, sería una tarea interminable, por no decir casi imposible, porque aquí no existe un registro oficial de los libros que se publican y  muchos de ellos ni siquiera se ofertan en las pocas librerías existentes. Sabemos poco, salvo que sean escritores de línea, y a veces ni así,  los libros que se publican en Santo Domingo y mucho menos los que salen a la luz en Santiago de los Caballeros o en cualquier otra provincia. De ahí que la obra de Gutiérrez, como él mismo lo señala en la introducción, permite disfrutar de una visión panorámica de la literatura dominicana con todos los datos que brinda al lector. Todo esto, sin menoscabo de otros valores que, por alguna razón, nunca por motivos mezquinos, hayan podido quedar fuera del amplio grupo que forma esta obra, sin dudas, de valor trascendente y de fuerza histórica, ya que el autor no pretende publicar más ediciones renovadas.

El diccionario -ordenado en estricto sentido alfabético- abre con José Ramón Abad, el ensayista, economista y geógrafo catalán que se estableciera aquí, luego de una estancia en Puerto Rico, autor de “La República Dominicana: reseña general geográfica-estadística”, que le fuera encargada por el gobierno dominicano en 1888, presidido entonces por Ulises Heureaux, para presentarla en la Exposición Mundial que se realizó en París el año siguiente.  El último es Rafael Augusto Zorrilla, el poeta postumista, nativo de El Seibo, que, a pesar de que nunca publicó libros, es reconocido como parte del grupo que contribuyó a forjar un nuevo lenguaje en la poesía dominicana. Su obra se encuentra, fundamentalmente, en la “Antología panorámica de la poesía dominicana contemporánea”, seleccionada por Manuel Rueda y Lupo Hernández Rueda.

Un aspecto a destacar es que, a pesar de que Gutiérrez. quien realiza un trabajo de esfuerzo continuo, abarcador y apegado a normas comunes a diccionarios de su tipo en otras partes del mundo, es el autor de la obra, hay un grupo de escritores de aquí y de allá que le colaboraron en esta tarea en algunos aspectos específicos y que él tiene la elegancia y delicadeza de hacer constar sus nombres en el libro. Repito: pero la obra es toda suya, a su quehacer lleno de rigor, entusiasmo y dedicación permanente.

El 2023 comienza a buen paso, pues esta es una obra fundamental y  necesaria, que realiza un aporte que no tiene precio para la elevación y valoración de la literatura dominicana y de quienes la han venido construyendo por centurias. ¡Bienvenido sea el Diccionario Franklin en su versión multiampliada y definitiva!

LIBROS
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    Franklin Gutiérrez, Editora Búho, 2023, 1,087 págs. Biobibliográfico y terminológico. El Diccionario Gutiérrez es una pieza única en nuestro movido quehacer literario.
    GRAN DICCIONARIO DE LA LITERATURA DOMINICANA

    Franklin Gutiérrez, Editora Búho, 2023, 1,087 págs. Biobibliográfico y terminológico. El Diccionario Gutiérrez es una pieza única en nuestro movido quehacer literario.

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    Franklin Gutiérrez, Ediciones Librería La Trinitaria, 2002, 101 págs. El autor ha centrado su mayor obra en la configuración de una serie de diccionarios sectoriales, a más del “Gran Diccionario”.
    33 HISTORIADORES DOMINICANOS

    Franklin Gutiérrez, Ediciones Librería La Trinitaria, 2002, 101 págs. El autor ha centrado su mayor obra en la configuración de una serie de diccionarios sectoriales, a más del “Gran Diccionario”.

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    Franklin Gutiérrez, Feria del Libro, 2000, 193 págs. Biobibliografías de 150 autoras dominicanas, desde las poetas Ruth Acosta (1967) y Belkiss Adrover de Cibrán (1918) a Delia Weber (1900).
    EVAS TERRENALES

    Franklin Gutiérrez, Feria del Libro, 2000, 193 págs. Biobibliografías de 150 autoras dominicanas, desde las poetas Ruth Acosta (1967) y Belkiss Adrover de Cibrán (1918) a Delia Weber (1900).

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    Sarah Aponte y Franklin Gutiérrez, Biblioteca Nacional, 2013, 430 págs. Apuntes biobibliográficos de 218 escritores residentes fuera del país, abarcando desde 1902 hasta 2012.
    AUTORES DOMINICANOS DE LA DIÁSPORA

    Sarah Aponte y Franklin Gutiérrez, Biblioteca Nacional, 2013, 430 págs. Apuntes biobibliográficos de 218 escritores residentes fuera del país, abarcando desde 1902 hasta 2012.

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    Franklin Gutiérrez, Ediciones Alcance, 1995, 446 págs. Movimientos, grupos, tendencias, manifiestos y enunciados de la poética dominicana, cubriendo desde el 1912 hasta 1995.
    ANTOLOGÍA HISTÓRICA DE LA POESÍA DOMINICANA DEL SIGLO XX

    Franklin Gutiérrez, Ediciones Alcance, 1995, 446 págs. Movimientos, grupos, tendencias, manifiestos y enunciados de la poética dominicana, cubriendo desde el 1912 hasta 1995.



TEMAS -

José Rafael Lantigua, escritor, con más de veinte libros publicados. Fundador de la Feria Internacional del Libro de Santo Domingo, miembro de número de la Academia Dominicana de la Lengua, correspondiente de la Real Academia Española. De 2004 a 2012 fue ministro de Cultura.