Aníbal cogió su garrocha y saltó...

Maluma, aunque de poco cantar, destaca por clarividente. Supo con anticipación que el inefable Aníbal iba a juramentarse primero con Papá y después con el PRM, y Luis de testigo. Hizo éxito Felices los Cuatro, una pieza que pudo haber sido tema de la película estrenada el pasado domingo en tarima de San Cristóbal.

Quienes observan las fílmicas y las fotos advierten la alegría que exalta a los cuatro más interesados: Hipólito, Luis, Paliza y Carolina. El acto sin duda fue memorable, y conviene poner ojo al Cristo, pues la Cuaresma finaliza con Domingo de Resurrección. Un entrometido dirá que a falta de pan, casabe, y otro más entendido en La Palabra recordará el pasaje del hijo pródigo.

La política argumentará que no importa el barco, si tiene capitán. Tampoco es ocasional el niño que nace con garrocha bajo el brazo, y casi olímpico, cuando no salta, lo brincan.

Si Leonel busca firmas, Hipólito y Luis compañeros extraviados. Y dígase lo que se diga, es mejor un retorno auspicioso que remordimiento a distancia.

Y como nadie va a preguntar a Miguel, Maluma seguirá entonando Felices los Cuatro.

Diario Libre

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