¿Cambiar los escáneres por otros?...

La Junta no quiso saber de los aparatos desde que llegó, sin que se conozcan razones íntimas. Como las actas del pleno no son de dominio público, no se sabe cuál empezó el jaleo.

La curiosidad no es ociosa si se recuerda que entre los actuales se cuenta una titular que ya lo fue en la gestión anterior y otro que entonces fue suplente. Fueron coautores o cómplices en la compra de los controvertidos equipos y de seguro, se supone, salieron en su defensa. Habría que ver entonces quiénes fueron insistentes y lograron poner en salmuera los escáneres y demás adminículos.

La inquietud es válida, pues su reacción fue con ánimo propio y no por el ruido y la controversia que provocaron en las pasadas elecciones. La inquina, incluso, fue afanosa, y buscaron por todos los medios acreditar su abandono, y no fue fácil, pues la intención no solo era cuestionar su rendimiento, sino la deuda. Cuantiosa e impagable. Ahora que dejaron la carga en el suelo, la gente se pregunta cómo se harán con la posible implementación del voto electrónico. Roberto, olvidando la cuenta de su Rosario, se la pasa oyendo a Felipe Pirela en “Lo que es la vida”. ¡Tócalo de nuevo!

Diario Libre