Civiles prestando policías de custodia

El dato no surgió como parte de la investigación, sino que salió como salen las cosas cuando encuentran conducto oportuno y fácil.

Al desgaire diría un retórico.

El asesinado Yuniol Ramírez fue cuidado por un oficial de la Policía Nacional durante tres meses, y fue después de esos tres meses, cuando ya no tenía custodia, que se produjo el crimen. Lo extraño del caso es que esa protección no le fue dada por la institución, su director o cualquier otro oficial, sino por un particular.

Léase bien. Ese particular tiene a su servicio tantos agentes que le sobran, y al considerar que su amigo y colega abogado corría peligro, le asignó una escolta.

Falta personal policial en las calles, la nómina más que suficiente, pero los jefes antes y los directores ahora no saben dónde están esos agentes.

Los particulares sí lo saben. Los tienen cargados y disponen de ellos a su antojo. Los prestan o los regalan sin ningún tipo de problema.

El dato parece no tener relevancia o por lo menos no importa. La nueva ley anda de uniforme, pero ni el responsable mayor se entera.

La Policía siempre está donde no la llaman y nunca donde sí la necesitan.

Diario Libre