Conviene cuidar los detalles...
Una lata vacía suena más que una llena...
El populismo tiene de bueno que es civilización del espectáculo y mientras encante a la gente, la gobernabilidad tiene la mitad de la partida ganada.
Sin embargo, conviene cuidar los detalles, evitar los excesos, pues después puede sonar a bolero: “Tú me acostumbraste a todas esas cosas, y tú me enseñaste que son maravillosas ”. Kimberly puso a prueba el populismo de la administración que pudo de un plumazo sacarla de la discusión.
Destituirla era como condenarla, y así inauguraría la galería de los corruptos del gobierno del cambio. Aun cuando tal vez no fuera presa.
Y de eso podría tratarse. La gestión necesita un preso, y pronto, pues el tiempo apremia y le dieron plazo hasta enero.
Si en enero no hay preso, el régimen va a tener que oírle la boca a la calle. Y el trance no es fácil, pues vale preguntarse ¿por qué los míos primero y no los ajenos ?
Al apearse la joven ministra del caballo, no hubo que tumbarla y se supone que fuera de la institución los relinchos serán menos.
Aunque depende. A veces una lata vacía suena más que una llena, y llena habrá que averiguar de qué, si agua o piedra.