El reparto se ha complicado
Entre bandidos se leyeron las barajas, y vaya usted a ver...
Los partidos se pusieron todos a una, y a dos, y a tres, en un afán loco por asociarse en alianzas, coaliciones y fusiones.
Ahora que la bebida está lista, no saben cómo tomarla, pues contrario a lo que se pensaba, esta no adopta la forma del envase. No importa si taza o jarro, el café se pasó de cargado, y si es con azúcar de la Junta, les será difícil endulzarlo.
Y el problema no es tanto que dejaran la inscripción de último, como es propio que haga todo dominicano, sino que no supieran hacerla.
Genios para el amarre, y mucha soga suelta, pero los nudos fáciles de desatar. Todo empezó con la aplicación digital, que ninguno parece entender, y ahora se comprueba que el reparto fue artero, alevoso y sobre todo malicioso.
Esto es, dieron lo mismo a más de uno, como si el engaño no se fuera a descubrir, y ahora se tiene que las posiciones se repiten o no alcanzan, y cada uno de los coaligados se considera noble y seguro.
No es que faltan sombreros, o que sean muchas las cabezas, sino que el empleado vendió el mismo tocado a más de un cliente, y la tienda no responde.
Como la Junta sabe de mondongo, ¿podrá desenredar esas tripas?
Diario Libre
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