El temperamento importa para ser juez

Los independientes seguirán con su embullo, y a quien Dios se lo dio, San Pedro no tiene por qué criticarle su dicha y favor.

Los aspirantes a miembros de la Junta son tantos que bastaría con sacudir la paja para que cayeran muchos granos. Que sean más de cien, sin embargo, resulta sospechoso. La sociedad civil de los partidos está mandando su gente, pues lo primero es estar en el globo.

Además del premio mayor de la presidencia, está el segundo y tercero, las aproximaciones, y la colita para los suplentes. Como se decía de la Viña del Señor, en la Junta hay para todos. Diez puestos, y puede decirse que de importancia, pues si titular es una damajuana, el suplente no bebe ron de patio, sino que le sale gasolina y gasto de representación, aunque se pase los cuatro años y nunca participe del pleno.

Vale por tanto escrudiñar bien, que mejor la presa que la prisa, y no solo requisitos académicos o experiencia. También temperamento.

Hay gente de pelo duro, y ya no se pasan peines calientes, que en su tiempo alisaban al más crespo. Incluso chequear la salud y si se toma la pastilla siempre.

Una llamada inoportuna saca a cualquiera de casillas.

Diario Libre

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