Julio César quiere cruzar el Rubicón

La Junta andaba en bermudas (y no por Semana Santa), o pantalón corto (hecho a golpe de tijera), como muchacho grande al que no le acaban de salir los pelos. Ahora parece que vestirá de uniforme, con mayor autoridad y dispuesta a evitar que piedras en el camino eviten el paso de la institucionalidad.

Dice Julio César que si no aprueban las leyes, resolverá con reglamentos.

El caso es interesante, pues años atrás quiso procederse de esa manera, y si mal no se recuerda, fue el propio presidente del organismo, que también entonces lo hará, que le salió huyendo a la fórmula.

¿Qué cambió ahora que se envalentona, el hombre o la circunstancia, ya que por lo dicho está decidido a erigirse en dictador con respaldo popular?

Sencillo.

Entonces no existía lo que actualmente sí: una Constitución que como la del 2010 otorga a la Junta nuevos poderes, y en particular uno reglamentario más amplio.

Al menos así se interpreta el artículo 212, en su párrafo IV. Se acabó el recreo, los alumnos deben entrar a clase y el profesor no quiere bulla.

El libro en una mano, la vara en la otra y Pepito que no se atreve a abrir la boca.

Diario Libre